martes, 6 de enero de 2015

Ecos castrenses al final del 2014

Eloy Villacrez RiquelmeCapitán  Eloy Villacrez
La punta del iceberg. El General Leonel Cabrera, Jefe del Comando Conjunto de la FA, fue cesado el último día del 2014, simplemente porque OHT le perdió confianza. 
Al menos no trascendió en la prensa, las razones y las consecuencias de ese hecho, por ello, puedo deducir, que fue digitado este silencio desde organismos extra nacionales. Se coludieron en esta conducta los tradicionales voceros oficiosos de las FFAA, que son los que fueron comandantes generales y ministros, de épocas anteriores. 

Patriotas y traidoresSi partimos desde el punto inicial, que todos los que vestimos el uniforme, aceptamos cumplir el deber de usar las armas en defensa de nuestra integridad y soberanía territorial, concepto que está más allá de cualquier consideración política, deberíamos dar nuestra opinión y no hacer un manto de silencio, porque al expresar OHT que el Gral. Cabrera ya no tenía su confianza, era una decisión política y estaba en la necesidad de explicar a la ciudadanía, las razones que motivaron esta decisión. Es más, es obligación de todos los castrenses,  pedir que se respete la carrera militar como lo que realmente es, un proyecto de vida. Para evitar suspicacias, debo aclarar que con el General Cabrera NO ME UNE NINGUNA RELACION; estas líneas son motivadas por el mínimo respeto que debe existir hacia los soldados.
El desarrollo de la guerra subversiva que tuvo que afrontar nuestra Nación, excedió la capacidad del Estado. Para metabolizar una situación tan grave como la que vivió nuestra sociedad, se olvidó el estamento político, que una guerra no la ganan ni la pierden los soldados: la que  gana o la pierde es la Nación. Pasaron más de 2 décadas, desde que finalizo oficialmente la guerra y seguimos confrontados; de una parte las agrupaciones, instituciones  y partidos políticos en permanente posición antimilitarista, que se agrava con la conducta inmoral de los altos mandos, que desean lucrar con el presupuesto nacional al “agrandar”, entre otros temas, el fenómeno narco subversivo del VRAEM, con fines protervos, como es manejar un presupuesto aparte  y disponer de activos líquidos que no son fiscalizados.
Con este preámbulo tratare el tema de la cuestión Cabrera. Durante su comando en el CCFA, vivió situaciones muy complejas; debido a planteamientos muy bien fundamentados de logias castrenses, que nos trae el recuerdo los COMACATES, agrupación que existió hace algunos lustros, fuera del marco reglamentario, compuesta por comandantes, mayores, capitanes y tenientes, que propugnaban la vuelta a los cuarteles, al no existir ningún objetivo político de gobierno, que no podría alcanzarse dentro de los cauces democráticos.
Una vez que los militares volvieron a sus cuarteles, los COMACATES cometen el error de no mantener las logias de control, sobre el estamento civil, aunque suene antidemocrático, pero era preferible algo así y evitar lo que todos observamos hoy, la corrupción sin freno y lo peor fue que se involucraron los altos mandos de las FFAA en el saqueo al erario nacional, limitándose los voceros oficiosos a criticar y decir que los partidos políticos no dieron respuesta política a Sendero Luminoso, cuando para el común denominador los que están en los altos niveles de la estructura del Estado, son tan delincuentes como los senderistas. Con ese panorama la lógica pregunta es, ¿Que pueden ofrecer como objetivo social a nuestro pueblo, ese conjunto de delincuentes que llegaron al poder ejecutivo, legislativo, judicial y otras instituciones desde hace 4 décadas?, simplemente nada.
Esta situación caótica, tuvo alguna esperanza con OHT, al dar a entender que Velasco era su paradigma, por tanto el reto era recuperar el destino nacional con decencia, esto fue planteado por los Comités de Oficiales de Ejército (COE), especialmente en el sur del Perú, sugiriendo a la vez dar una  respuesta a nuestra compleja relación con Chile, y no actuar como lo hizo este gobierno, al no tratar el tema con dignidad y aún más, sabiendo que existen derechos soberanos inalienables del Perú   sobre Arica y Tarapacá. La decepción fue casi inmediata, en principio se requería un líder y no un débil mental, que solo servía para cumplir las disposiciones de los poderes económicos nacionales y transnacionales.
Los COES de Arequipa, Moquegua, Tacna y otras regiones, plantearon la recuperación de la dignidad nacional. Me enteré que en algunas oportunidades llegó al conocimiento del Gral. Cabrera estas advertencias; las cuales tuvieron su clímax, cuando ciudadanos dignos plantearon la MARCHA AL TRIANGULO TERRESTRE DE TACNA, que siendo territorio peruano está ocupado por Chile, ese solo hecho es un delito de Traición a la patria cometido por OHT y según nuestras leyes debe vacar la presidencia.
Los temas mencionados fueron  comprendidos, en la gravedad que representaban y la necesidad de dar una solución que respondiera a los intereses de la Nación, la cual no era compartida por el Comandante General del EP, que en todo momento impuso la disciplina como única respuesta a planteamientos nacionales,  de recuperar la Patria y la Nación.
Se puede apreciar que hay dos temas políticos, la necesidad de humanizar la paz, con decencia y moralidad, donde no pueden estar ajenos los soldados y dejar que el otro tema político como es la defensa de nuestra soberanía, debe ser aquilatada por toda la sociedad, para dotar de los recursos necesarios y disponer de una Fuera Armada,  tan o más poderosa como fue con Velasco.
Se entiende que la guerra, es una acción política y tiene como objetivo alcanzar la paz, al menor costo, entendiendo que la mayor victoria es imponer nuestras condiciones sin derramar sangre y esto se llama, disuasión.  Podemos afirmar que no hemos conseguido ese objetivo, lo que el estamento social corrupto trata de que sintamos vergüenza del uniforme que vestimos. Para alcanzar ese objetivo pauperizan a los cuadros de militares profesionales, para que los más capaces busquen otros horizontes,  como es  formar parte de las empresas de seguridad, de esta manera el estamento político/económico, seguirá con sus negocios de expoliación de la riqueza nacional,  llevando la pobreza  y la ignorancia a las grandes mayorías. Sin temor de que vuelva un Velasco, por eso es bueno recordar que el desarrollo, la victoria y la derrota,  es de toda la Nación, donde están incluidos los soldados.
Mientras no se den soluciones políticas racionales, con el fin ulterior de erradicar la pobreza que es realmente obra inhumana de grupos privilegiados y no es un destino irremediable o ineluctable de un pueblo, seguirán germinando los Comités de Oficiales de Ejército (COES), herederos de tantas logias castrenses, como fueron el CREO -Consejo Revolucionario de Oficiales del Ejército- o el Comando Militar 3 de octubre y  cuando  esos comités, reciban la comprensión de un líder, se dará el salto cualitativo hacia una sociedad superior en dignidad y decencia. En esta oportunidad (2014) no se llegó a plasmar la confianza de los COES con Cabrera, que pudo ser el líder pero le faltaba carisma, cerebro y decisión, facultades que son imprescindibles.
Basta un hombre, no se necesita más, recordemos el 14 de abril del 2002, la totalidad del estamento económico, político y militar -esto es todo el alto mando de Venezuela-, da un Golpe de Estado y  coloca como presidente al empresario Carmona Stanga. Un Coronel Paracaidista de 37 años, Isaías Baduel no reconoce la legitimidad de ese acto y restituye en la Presidencia al Comandante Chávez, tomo la decisión de hacerlo y lo hizo.
Aprendamos lo que la historia nos enseña y si no hacemos respetar nuestro uniforme, mañana nos vomitará la sociedad.
 De los soldados depende encontrar su destino al servicio del Pueblo.
Bolognesi y Velasco

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