miércoles, 9 de noviembre de 2011

 DERECHA NO QUIERE COMBATIR CORRUPCION Y IMPUNIDAD EN EL PERU

Desde que se anunció la formación de la Comisión que investigará al gobierno Alanista, comenzó una campaña mediática para desdibujarla y neutralizar al congresista de izquierda Javier Diez Canseco. Se quiere una comisión amaestrada y dúctil que no haga tanto ruido con la corrupción y otorgue un certificado de buena conducta a García y sus ministros, principalmente Jorge del Castillo.

Los empresarios mineros beneficiados con la gestión de García (les regaló más de 5,000 millones de dólares  al exonerarlos de pagar impuestos a las sobreganancias) y los empresarios propietarios de medios vinculados a  beneficiarios de concesiones, privatizaciones, y licitaciones, quieren blindar a García, y de esa forma se blindan ellos mismos. La corrupción de los políticos implica la mayoría de las veces, la corrupción de los empresarios. Pero los medios de comunicación resaltan a los políticos y silencian a los empresarios corruptos. Lo acabamos de ver con el caso Chehade. 

El Gobierno de García desde el 2006 fue el gobierno de los lobis, grupos que bajo la sombra del "alto crecimiento" privatizaron las decisiones del Estado e impusieron su "modelo" económico y político. Pasamos de la cleptocracia fujimorista  al gobierno de los poderes fácticos y lobistas con Alan. Obviamente no todos sus ministros y altos funcionarios son responsables, muchos solo gestionaron, pero los sectores estratégicos si estuvieron involucrados en el saqueo. Los Petroaudios fueron solo la punta del Iceberg. 

El congreso hace uso de sus facultades fiscalizadoras, y un congresista como Javier Diez Canseco, conocido por su severidad  y honestidad, es garantía que no habrá "negociación" de intereses

Se dice que es "antiaprista" y que ya "adelantó" juicio u opinión condenatoria. Pero aquí no se va a juzgar trayectorias políticas o pensamiento ideológico, se va a investigar la corrupción pública. Y las pruebas y evidencias del robo y el saqueo no tienen que ver con ideologías o pensamiento político. Menos aún en una comisión plural. 

Lo mismo ocurre con el argumento que Diez Canseco "ya adelantó" opinión condenatoria. Pero si los peruanos, en su inmensa mayoría "ya adelantaron" opinión condenatoria, al señalar en las encuestas que el Alanismo, en la conducción del Estado, fue mayoritariamente corrupto. Este juicio está en todas las encuestas, lo mismo que "el incumplimiento de las promesas". 

Pero insistimos, una Comisión investigadora no puede hacer lo que le venga en gana. Siendo una Comisión investigadora, será también muy fiscalizada, observada e investigada por la sociedad civil, los medios, los actores judiciales. Se necesita carácter y entereza para presidirla, y esos son atributos de Javier Diez Canseco.

Los Alanistas de todos los pelajes (principalmente Mulder, Del Castillo) han inventado una teoría de la conspiración, donde el objetivo de dicha comisión es "Inhabilitar" a Alan para que pueda postular en el 2016 y de esa forma Alejandro Toledo sea candidato ganador.  Y obviamente si García es inhabilitado, peor aún  lo será Jorge del Castillo, pese a las maniobras a su favor en el poder judicial, ya conocidas.

Con dicho criterio, entonces la declatoria de vacancia contra Fujimori en el 2000 y su inhabilitación en el 2001 fueron una conspiración política para facilitarle el terreno a Toledo (que no lo necesitaba) y para favorecer a Alan en el 2006 (luego que subió en las encuestas sorpresivamente en el 2001).

En realidad todos los reparos y señalamientos para que Javier Diez Canseco no presida la Comisión investigadora, son puros pretextos y un afán entre mediático y político para "politizar" la comisión. Y en ese sentido, Alan García,  la derecha y el emporio minero han jugado fuerte con el caso Chehade. Han intentado dinamitar la comisión desde dentro, y ahora está a punto de conseguir que Diez Canseco abandone la comisión, lo cual sería una tragedia política para el Perú y el sentido del voto de los peruanos hace cuatro meses: la lucha contra la impunidad de la clase política.

Si realmente Alan García no tiene que ver con las corruptelas de su segundo gobierno ¿Cual es el temor?. Al contrario una investigación presidida por un congresista honesto, que no encuentre evidencias en su contra, será la mejor carta de presentación para el 2016. A lo sumo, pueden darse juicios condenatorios por la inacción y pasividad frente al robo, pero ello no amerita inhabilitación, probablemente si censura moral y ética. Si nos sujetamos a las declaraciones de García, el se enteró de varios de los escándalos más importantes en su gobierno por la prensa.

El caso de Jorge del Castillo es más visible. El Congreso puede considerar, lo que un juez no integró en el expediente: El caso de un grupo que conspiró delictivamente contra los intereses del Estado, para beneficiar una candidatura política, que luego abortó. El riesgo de inhabilitación es muy grande.

Otros ex funcionarios alanistas que podrían pasarla mal son Enrique Cornejo, Fernando Barrios, Omar Quesada, Carlos Arana, Virginia Borra, Alva Castro, Garrido Lecca, y ex funcionarios "independientes" y amigos de García en las áreas de seguridad y agricultura.

Si finalmente prosperan las maniobras para neutralizar a Diez Canseco, sería un golpe muy grande, por parte de la derecha, a la posibilidad de combatir en el Perú, la impunidad  de la llamada clase política.

Y la perdida de oportunidad para que el APRA se autodepure.

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