SILVA RUETE O EL TRIUNFO DE LA MACROECONOMIA CONCHUDA
Con Javier Silva Ruete comenzaron a aplicarse en el Perú, las políticas de shok o ajuste que tuvieron graves consecuencias sociales. Dichas políticas fueron organizadas, conceptualizadas e impuestas por la tecnocracia del FMI desde los años setenta del siglo XX. En el Perú el ajuste comenzó al poco tiempo de asumir el gobierno con una trifulca palaciega, el Gral Morales Bermúdez en 1975. Silva Ruete llegaría al gabinete dos años después, luego que varios ministros-empresarios no lograron estabilizar la economía.
El recientemente fallecido ex ministro de economía de diversos gobiernos, fue un político camaleónico, trepador, criollazo, polemista y se caracterizó por una infinita conchudez para gestionar la economía, sin reparar si los trabajadores perdían el empleo,se cerraban fábricas y talleres, si se encarecían los precios básicos de la economía, si se hundía el nivel de vida de la gente, sobre todo los más pobres. Por algo el humorista Sofocleto le puso de apodo "Bokassa", nombre del dictador africano que se auto nombró emperador y que practicaba el canibalismo.
La grave polarización social que vivió el Perú entre 1977-80 fue causado en gran medida por el ajuste fondomonetarista gestionado por Silva Ruete, sobre todo los célebres "gasolinazos" y su ataque a la inflación con políticas recesivas. Dicha polarización y el ascenso de las masas organizadas expresados en las huelgas nacionales que paralizaron al país y arrinconaron a la dictadura, generaron condiciones para que prosperasen los radicalismos de derecha e izquierda.
Finalmente, dos hechos permitieron el reencauzamiento del proceso político y se evitó la ruptura social. El primero, fue el proceso de transición democrática expresado en la convocatoria de la Asamblea Constituyente y el rol negociador del APRA. El segundo, una subida de los precios de los minerales a nivel global, lo que permitió ingresos para reactivar el mercado interno y el crecimiento.
La estabilización económica y la recuperación de una dinámica de crecimiento (en realidad modesta, pero alentadora tras la recesión), fue elogiada por el mundo empresarial peruano y el FMI con lo cual Silva Ruete obtuvo todo el reconocimiento. Para las elecciones de 1980, Armando Villanueva filtró que Silva Ruete sería su Ministro de Economía. De allí viene la estrecha relación cupular de Silva Ruete con el APRA.
Fundó un pequeño partido llamado el SODE que aliado al APRA apoyó la candidatura presidencial de Alan García en 1985 siedo elegido senador. Sin embargo fue excluido del grupo que elaboró el modelo económico heterodoxo. Silva Ruete era muy ambicioso, y cuando comenzaron los problemas tras las gestiones de Alva Castro y Saberbein, comenzó a promoverse como el hombre que podría "arreglar" la economía al lado del grupo Macroconsult que dirigía el economista Moreyra un alto funcionario del BCR durante el gobierno militar de la segunda fase.
La dupla Silva Ruete-Moreyra, apoyó todas las decisiones económicas entre 1985-87, sus diferencias fueron de bajo perfil. Pero con todo el oportunismo del caso, se promovió como la alternativa luego que se estatizó la banca en 1987. Un año después, parece que Alan García le ofreció a Silva Ruete el ministerio de economía o al menos lo sondeó y este asumió que era inevitable su nombramiento. Pero no se concretó y entonces se pasó a la oposición, con un discurso agresivo y demoledor contra García y su gobierno. Ya estaba Vargas Llosa organizando el Fredemo, al cual se integró.
Silva Ruete era un especialista en ajustes draconianos, y se movía como pez en el agua en la macroeconomía. Pero desconocía las realidades en las que se desenvuelve la micro economía, los pequeños productores, las Pymes. Esa fue siempre su limitación. Por ello cuando estaba en el gabinete de Toledo, lanzó su célebre declaración "En términos de economía, ya se hizo todo lo que se tenía que hacer, no se puede hacer más".
En los últimos treintaisiete años, tres han sido los momentos de ajustes económicos brutales que generaron cambios de aptitudes políticas populares en el Perú: Silva Ruete (1978-79), Abel Salinas (1988) y Carlos Boloña (1990). El régimen político que los cobijó fue demolido con dichos ajustes. Fue la muerte de la política en su dimensión social y el triunfo de la economía y sus criterios contables macroeconómicos.
Directa o indirectamente, todos somos hijos, beneficiarios o damnificados de dichos ajustes y de los regímenes políticos que crearon.
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