El "antimperialismo constructivo" del Aprismo histórico

Más allá de exégesis más o menos eruditas, lo cierto es que historiadores de las ideas políticas como los profesores Yankelevich y Francisco Zapata (México), definen a Haya de la Torre como el impulsor de la corriente antimperialista en América Latina, a partir de su obra "El antimperialismo y el APRA". (ver cita bibliográfica en envíos sobre el 5 de febrero).  Zapata coloca a  Víctor Raul en el mismo nivel que Cesar Augusto Sandino y José Ingenieros.

En los años setenta, Víctor Raúl regresa al "Antimperialismo y el APRA" en el contexto de la revolución velasquista, para hacer un deslinde con el sector ultraizquierdista de la revolución y el marxismo-leninismo que campeaba en las universidades. 

Incluso presidiendo la Asamblea Constituyente de 1979, Haya realiza entrevistras y da conferencias reafirmándose en sus análisis e insistiendo en la ambivalencia del imperialismo.  No niega su existencia ni la necesidad de las inversiones, pero muestra su desacuerdo con  la dinámica  del capital  fuera de control y regulación.  Habla entonces de "Antimperialismo constructivo".

Alan García en el libro revisionista "modernidad y política" interpreta el antimperialismo  Hayista como producto del contexto de los años veinte, cuando el imperialismo norteamericano con sus estrategias de la política del dólar y la política del garrote, alarmaron a la generación joven de revolucionarios, sobre todo en México, el Caribe y Centroamerica.

Sin embargo García omite señalar que la ideología del "capital" y las "inversiones" de esa época no es "civilizatoria" sinó colonialista y un riesgo para la consolidación del estado nacional. Más que "alarma", existía una auténtica preocupación porque la relación con el capital extranjero no desarticulara al estado nacional. El imperialismo tiene un proyecto de control y dominación, y Haya antepone a ese proyecto, el proyecto mostrado en "EL antimperialismo y el APRA". Nelson Manrique, plantea que el "Antimperialismo" Hayista es producto de un radicalismo de Haya por su disputa con Mariategui. (obsesión de la cual aún no se libera Manrique)   

Y con "El Perro del Hortelano" Alan García suscribe la tesis neoliberal de la globalización y ya no cree en el Estado nacional ni sus actores. Ello no es agiornamiento, si no cambio puro y sencillo de ideología y valores. Traición y claudicación ante "La plata llega sola".

El capital financiero especulativo fuera de control es el oriegen de varias de las crisis globales de nuestra època, el aumento de la pobreza, la desigualdad y el deterioro medio ambiental, es una de las consecuencias
de la "teoría de las ventajas comparativas" que auspicia las inversiones sin una visión de sociedad nacional. El antimperialismo constructivo (Brasil, Argentina,Bolivia, Ecuador) sigue vigente, aunque Alan García y sus cipayos digan otra cosa y aunque historiadores como Nelson Manrique, traten de indagar en las motivaciones sicológicas de Haya de la Torre  y su pensamiento, con poca fortuna.