viernes, 30 de noviembre de 2012


Impedidos esposa, amante, padres, hermanos y cuñados de Humala



La malquista prensa, adocenada, rentista, agazapada y hasta desalmada, solo se ocupa de Nadine, esposa del presidente Humala, como si fuera la única impedida o no de postular a la presidencia, pese a que igualmente los impedidos son su papá Isaac, su mamá Elena, todos sus  hermanos (Antauro, Ulises y Alexis) y todos los ilustres desconocidos, dicen anodinos, cuñados (hermanos de Nadine). Incluso, esta prohibición legal alcanza a la concubina o conviviente, si acaso Ollanta tuviere como Alan.

Es decir, son una larga sarta los impedidos, lo cual está muy bien y es constitucional, legítimo, legal, lógico y humano, si se tiene en cuenta la idiosincrasia de los peruanos. Claro, para los miopes y mercantilistas de la corrupción, o los ciegos puros, no.

La Ley Orgánica de Elecciones (Art. 107°) regula expresamente esta prohibición porque la Constitución Política (Art. 31°) la autoriza o faculta, al indicarle o permitirle que precise las condiciones y procedimientos del ejercicio del derecho fundamental de elegir y ser elegido. Los derechos humanos no son absolutos e irrestrictos; su ejercicio está regulado con ciertas limitaciones por el orden jurídico no constitucional.

En virtud de tal permisión la Ley Orgánica de Elecciones ha cumplido estrictamente el encargo al establecer válidamente:

a)     que todas las mujeres pueden aspirar a la presidencia, a condición que no sean la madre, esposa o la conviviente o cuñadas del presidente Humala;
b)     todos los varones también, que no sean su padre, sus hermanos o sus cuñados;
c)     todas las mujeres y todos los varones que no ejerzan la función pública que la ley precisa, en cuyo caso deben renunciar seis meses antes de le elección.
d)     en estos tres casos, los candidatos a la presidencia deben ser peruanos por nacimiento, tener más de 35 años y gozar del derecho de sufragio.

En conclusión, son un reverendo montón los impedidos de ser candidatos presidenciales, por tener una relación íntima, cercanísima, y quizá oscura, obsecuente y dependiente, del presidente Humala, por el poder que tiene y porque maneja miles de millones de dólares del pueblo peruano que podrían correr riesgos que la ley no quiere.

¡Recuerden lo que hizo el nefasto Alberto Fujimori, por eso está en DIROES, cuando el clímax de la tiranía de su omnímodo poder lo ensoberbeció, encegueció y degeneró!




Hagamos respetar al Perú.       



Sobre los éxitos y fracasos del Fujimorismo en el gobierno, se puede discutir. Lo que no se puede debatir de forma neutral es su traición a la democracia con el autogolpe de 1992, la esterilización Hitleriana y forzada  de 400,000 mujeres quechuas, la cleptocracia que lideró Montesinos con aval de Fujimori, la derrota frente al Ecuador por no renovar la Fuerza Aerea, la dilapidación de los dineros obtenidos por las privatizaciones, el apoyo al grupo paramilitar de extrema derecha "Colina".

Y por último, Fujimori, renunció por FAX, cobardemente y humillando a los peruanos en todo el mundo.

Si Valle Riestra quiere practicar la desmemoria, es su problema.

Pero los peruanos no podemos ni debemos olvidar, por más que haya un sector de la sociedad que se sienta agradecida con Fujimori.

Haya de la Torre se la pasó perdonando a sus enemigos y muy pocas veces, por no decir ninguna, recibió gratitud. Tuvo que morirse para que el país, lo reconociera, aunque muchos guardaron silencio.

Fujimori no debe ser indultado. Debe ser una decisión de Estado y todos debemos apoyar dicha decisión. El Perú ha sido mil veces pisoteado.Solo si exhibe gravedad terminal se puede recurrir a una medida humanitaria. Y ese no es el caso.  

Hagamos respetar al Perú.       
 



 



 


“El agravio y los insultos son los recursos del ignorante”
La ingratitud no es uno de mis muchos defectos y quisiera hacer unas reflexiones sobre correos que se enviaron, a mi criterio escritos con el hígado y sin sensatez. Algunas comparaciones con las cifras que leímos en esos mensajes y que podríamos comparar : En Julio de 1990 no había un centavo de reservas internacionales en el Banco Central, el País estaba quebrado y había sido declarado país deteriorado ( en buen romance país paria) conjuntamente con un país africano que no recuerdo el nombre, por la comunidad financiera internacional. Las cuentas que tenía el gobierno del Perú en el extranjero estaban a nombre de terceras personas y en bancos de mala reputación pues habían innumerables embargos en contra del Perú . Los bancos extranjeros ni daban crédito ni confirmaban cartas de crédito a los bancos peruanos, indispensable para poder importar. No había un Km de carretas, el terrorismo había llegado a Lima, los cortes de luz eran a diario, los coches bomba daban que hablar todo los días.
A partir del Abril de 1992 Fujimori puso las bases para cambiar el sistema económico, se cambió la constitución, se derroto al terrorismo y se capturo a toda la cúpula de SL y el MRTA se reinserto el país a la economía internacional, dejamos de ser parias y fuimos sujetos de crédito. Se finalizó el problema limítrofe con el Ecuador pendiente desde la Independencia del Perú. También hay cosas muy negativas, pero a Fujimori le debemos dejar 10,000 millones de dólares de reservas (Hoy estamos en casi 60,000 millones) somos una economía pujante y con el más alto crecimiento continuado en el continente. No lo hizo Paniagua ni Toledo ni García quienes no cambiaron – afortunadamente para el País- el sistema económico, lo continuaron. Se vendieron las 130 empresas del estado que daban millonarias pérdidas y que era un nido de burócratas y gente puesta por favores políticos y que ni Belaunde ni García se atrevieron a hacerlo.
Lamentablemente Paniagua y Toledo se dedicaron a soltar terroristas , uno de ellos indultado por tener diabetes , gracias a García Sayán y que hoy trabaja en el IDL con el comunista “Ernie” de la Jara, nada se habla de los arreglos que hicieron García Sayán y sus secuaces del ministerio de Justicia con Abimael Guzmán y V Palay para nombrar los integrantes de la “Comisión de la Verdad” .
Fujimori nunca debió estar en prisión por los delitos que se le acusan y por jueces cuyo presidente fue despedido del poder judicial y que por ética debió inhibirse y más aún que lo hizo solicitando y aceptando sugerencias de cortes extranjeras. Esta condenado hasta por “secuestro agravado” en agravio del periodista Gorriti quien estuvo detenido 12 horas por orden Montesinos cuando el País ESTABA SIN GARANTÍAS CONSTITUCIONALES y las fuerzas del orden podían detener a quien le viniera en gana.
Las razones legales – no soy abogado – las esgrime líneas abajo el jurista Javier Valle Riestra y que fuera publicado en días pasados.



"¿Porque debe ser indultado Alberto Fujimori?"

Me desempeñé como primer ministro de Fujimori unas cuatro semanas. Lo fui porque quise democratizar y me marché porque no pude cumplir. No llegué a ser amigo de AFF; es un personaje inaccesible, no simpatizo con su constitución, ni con su mensaje político. Nada. Nada me une. Todo me separa.
Pero eso sí, creo que debe indultársele, sin timidez, sin vacilaciones, esté o no enfermo, cancelarle la pena. El Tribunal que lo juzgó, lo condenó por presunciones irracionales y sin ninguna prueba. Se dio la auto consigna política de condenarlo. No fue un fallo popular y las elites abogadiles no lo ovacionaron. Hoy día, se habla de amnistías e indultos más o menos genéricos, pero singularmente el sindicado por los más para indultarlo es el caso del ex Presidente. Los más heroicos adversarios del indulto, permanecieron callados o como cómplices en los días de aquella dictadura.
Este es el segundo caso en ochenta años, de presidente enfermo y en la cárcel. Augusto B. Leguía fue condenado en un proceso civil -no penal- sin pruebas por el Tribunal de Sanción Nacional (1931), organismo no-letrado y profano, a devolver junto con sus hijos, veinticinco millones de soles. Falleció paupérrimo, habiendo llegado al poder más que rico, en el Hospital Naval en 1932. El odio del civilismo plutocrático ovacionó su tortura y su muerte.

Hoy respecto a Fujimori, una minoría miserable moralmente sigue sosteniendo que no debe excarcelársele salvo que se demuestre que estamos en un caso de mortis causa, de un moribundo; pero la figura no está ahí, Fujimori tiene que ser indultado porque ninguna prueba lo sindica en los crímenes imputados (Barrios Altos, La Cantuta); fueron hechos de grupúsculos militaristas.

Su caso resulta así típico para un indulto, incluso para una amnistía. Como ustedes saben, la amnistía desaparece el hecho y el indulto solo la pena. Fujimori aunque nos duela, fue presidente del Perú tres veces en elecciones que nadie ha llamado fraudulentas.

Martilleo. ¿Cometió delito Fujimori? Evidentemente, pero de carácter político. El golpe del cinco de abril, la disolución del Parlamento, la destitución del Poder Judicial, etc., y ante la orfandad argumental llegan a fundamentarse en el arresto que durante doce horas tuvo el eximio periodista Gustavo Gorriti, lo que no era ni delito ni falta porque estaban suspendidas las garantías individuales.

No se le ha demostrado infracciones punibles de lesa humanidad, pese a lo cual los togados juzgadores lo condenaron mencionando ese hecho. Yo creo, sinceramente, que lo pertinente es amnistiar por el Parlamento. Es decir, jurídicamente, la desaparición de la pena y el hecho. Es uno de los dos Ex Jefes de Estado peruanos que pasa sus últimos días en una cárcel, insisto.

Pero que yo esté alegando aquí por Fujimori no significa que crea aislada y solitariamente solo en su caso. No. Debe revisarse casuísticamente decenas de casos de condenados por tribunales castrenses y no castrenses y examinar en cuáles procede el indulto y en cuáles la amnistía, reitero cansinamente.



La Haya: ¡serena y vigilante expectativa!*


Frente a los objetivos hechos de participación oral ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por parte del demandante Perú y demandado Chile, por el contencioso marítimo de límites a que hemos llevado a los del sur, se impone mandatoria y firme la actitud de serena y vigilante expectativa.

El veredicto de los jueces de la Corte de Justicia está previsto para mediados del 2013. Nada sensato existe que cambie o la fecha de esta circunstancia o el estudio que promueva una solución jurídica.

Por tanto las numerosas expresiones de los ex jefes de Estado de Chile o la puntualización tranquilizadora de su vocera Cecilia Pérez subrayando que la voz de su gobierno la lleva el presidente Sebastián Piñera son datos públicos. Pareciera ser que hay muchas preocupaciones y que éstas no están en el Perú.

Pero como la caridad comienza por casa, resulta obligatorio llamar al orden a los numerosos diplomáticos redivivos, historiadores que no historian (ni siquiera se acordaron de la batalla de Tarapacá), intelectuales de quiosco o internacionalistas de fotocopia que han empezado a llenar de "opiniones" diarios, canales televisivos o radioemisoras. ¿Podría usted confiar en quienes nunca se preocuparon del tema limítrofe y de pronto se han vuelto sabios y especialistas en clases aceleradas de 24 horas? En el mundo se sabe que debajo de cada piedra del Perú hay un estratega y opinante para todos los temas.

Me atrevería con humildad y circunspección a sugerir que en La Haya no se acaba -o soluciona- la difícil vecindad con Chile.

Hemos propuesto en Perú, su propia Respuesta http://perusupropiarespuesta.com/peru-su-propia-respuesta/ algunas ideas, acaso imperfectas pero audaces y que debieran ser consideradas para su estudio y crítica:

"En un año confrontacional en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, lugar a que el Estado del Perú ha llevado al Estado de Chile por el contencioso limítrofe, es imprescindible subrayar que este hecho dinamizará, al margen de los resultados, entre otros retos formidables, la construcción de la complementariedad con el país del sur y la cimentación histórica del Perú con la contestación pendiente que se debe a sí mismo desde 1879.

Perú no está compelido a dar respuesta a ninguna otra nación. Tiene sí que construir la unidad nacional en torno a intereses soberanos comunes y en la procura de un desarrollo enérgico, científico, con justicia social y reparto democrático de la riqueza, para sus 30 millones de habitantes. PERU TIENE QUE RESPONDERSE A SI MISMO y esa circunstancia está pendiente desde 1879, año de la aciaga fractura que representó la guerra de rapiña que nos planteó Chile.

Las circunstancias de librar batalla jurídica, al margen del resultado en La Haya, plantean el dulce y fragoroso reto de comprender que ¡por fin! hay una posibilidad de sintonizar al cuerpo social peruano en torno a intereses comunes, imprescindibles y unificadores. Por tanto Perú, su Estado y cualquier gobierno, tienen que responder a su colectivo ciudadano que son todos los peruanos e ingresar con moderna estampa al reto contemporáneo de la paz y la complementariedad con los otros Estados latinoamericanos.

Al hombre y a la mujer comunes ¡nadie los toma en cuenta! Los sucesivos gobiernos, una vez apoltronados en la silla administrativa de Palacio, prescinden del ciudadano y hacen, no pocas veces, papelones entreguistas, vergonzosas claudicaciones e impresentables desempeños a todo nivel. La Cancillería parece olvidar que será la ciudadanía, con o sin uniforme, la que afronte y sufrague cualquier dinámica, en los diferentes campos de batalla y que por tanto, merece ser parte opinante y militante de cualquier esfuerzo.

Son pocas o mínimas las opciones que quedan para la generación que desde hace más de 35 años está en política. Sin líderes o pensadores de creación intelectual notable, huérfana de paradigmas, carente de cualquier visión nacional homogénea e integral del Perú, no es necesario exagerar en la necesidad histórica de asumir el liderazgo, teniendo como plataforma el reto de La Haya, pero recordando que la gran fractura nacional viene desde 1879, para reconstruir la Patria. Acaso sea magnífica ocasión para redimirse de la mediocridad intrascendente y nadería que ha caracterizado a esta generación. Al reto hay que dar una réplica, no está demás decir que para contribuir con su grano de arena, Perú, su propia Respuesta ensaya su aporte."

Ver más allá del juicio y su resultado en La Haya es tarea imperativa para una generación en absoluto nadir y acaso, también, su resurrección política comandando las rutas de un destino promisorio y esperanzador.

Más que ver una eventual derrota ajena, aunque sea por un milímetro que cambie el status quo cuyo cumplimiento sí será polémico, hay que ver cómo administrar los ecos exitosos con miras a la complementariedad con los del sur. Mientras que la geografía y su majestuoso imperio siga como está, Perú y Chile deben conseguir, con respeto y altura, algún día, un edificio de cooperación y con miras a la formación de una Comunidad Latinoamericana de Naciones.

El bullicio de los lenguaraces irresponsables, la poca prudencia de una prensa subitáneamente enterada de un suceso que habían ignorado por largos años y la tropelía incontinente de "análisis", tienen que cesar para la propia salud del Perú.

Unir al Perú en su riquísima policromía cultural, productiva, histórica y de tradiciones en su vasto y múltiple territorio representa una respuesta sensacional. La respuesta que nuestra propia Nación tiene que darse. Y las estridencias sobran. Consideración a tenerse en cuenta en un reto al que hay que dar contestación.

Por eso: ¡Serena y vigilante expectativa!
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viernes, 23 de noviembre de 2012


El Estado Resistente y urgencias premiosas

No hay tarea más urgente, como su nombre lo indica, para un Estado integral, que el de pilotear la resistencia como lucha nacional por la soberanía política, geopolítica, empresarial, comercial y popular. El Estado Resistente, por encima de parroquias o fratricidas divisiones debe congregar un frente único de capitales nacionales, trabajadores, empresarios, diplomáticos, periodistas, fuerzas armadas, organizaciones civiles y profesionales que construya los parapetos de la defensa doctrinaria y material y acaso, en horas no descartables, lidere el combate desalojador de los invasores. Ninguna creación, en la hora presente, será más gloriosa o heroica, que forjar esta ambiciosa e imprescindible herramienta de Resistencia Nacional como política de Estado.

En no pocos casos, los empresarios nacionales son desplazados por grandes conglomerados que no tienen nombre o apellido y sí poseen, en cambio, miles de millones de dólares en respaldo y Estados armados hasta los dientes para defenderlas en cualquier caso. Quien conoce de responsabilidades y planillas, sabe muy bien, que esta amenaza no puede enfrentarla sin ayuda de un marco legal legítimo y saludable para sus negocios y, sobre todo, para sus trabajadores quienes prestan a cambio de salarios a veces bajísimos, una contribución importante.

¿Cómo es que hasta ahora el periodismo no se hace presente en la defensa informativa de la Patria? ¡No sólo es que los sucesivos gobiernos consideren prescindible a la prensa sino también la dejadez e ignorancia indiferente –y cómplice- de los medios! La dictadura publicitaria yugula el 95% de las buenas intenciones, impone vallas y dicta qué se lee y cómo se envilece el saber público con escándalos, cortinas de humo, distractivos y morbo al por mayor con crímenes, acuchillamientos, atropellos y sangre por toneladas las 24 horas del día.

Los clubes electorales que sólo viven para épocas de esta índole, deben entender que o siguen así y se esclerosan con un cáncer insalvable o comprenden que la pelea tendrá que ser vía un nuevo contrato social que los involucre en la lucha nacional de resistencia contra el invasor para conducir la acción política y guerrera contra cualquier amenaza foránea. Tal como están los “partidos”, sólo compiten en colocar ganapanes y pobres diablos esquilmadores del Estado cada 5 años y para avituallar al Poder Judicial de casos delictivos que jamás serán resueltos y sí, algunas veces, prescritos. ¿No fue esa la que salvó a un ex presidente incapaz de demostrar cómo es que vivía en Colombia y en París de forma millonaria, siendo que en Perú todos saben que jamás trabajó en su vida? Y el muy sinverguenza quiere ir por una tercera “oportunidad”.

Las urgencias premiosas del Estado Resistente pasan por estadios ineludibles: defensa nacional, tarea de todos; información a raudales del cómo, cuánto y por qué de la pelea; y, entrenamiento activo en todos los ámbitos: desde el sindicato, hasta el ministerio, en el gobierno regional, en el municipio, en la mesa de redacción, frente a la pantalla de la computadora y hasta en el campo de batalla.

Los agentes nativos y quintacolumna no hesitarán en seguir dividiendo al país con pretextos más o menos “válidos”.* He allí una tarea política que tiene que llevar a cabo sin contemplaciones ni piedades de cualquier especie el Estado Resistente: denunciar a los traidores e inhabilitarlos ante la opinión pública.

Precedentes históricos de invasión del Perú hay entre 1836-39 y 1879-1883. Y un Estado Resistente no puede hacer inadvertencia de lo que está registrado en la historia con sus secuelas de fractura de la psicología nacional y las frustraciones colectivas que esos fenómenos produjeron. Pueblo que no aprende de las enseñanzas de Clío corre el peligroso riesgo de repetir lo aciago y negativo.

Por encima de vanidades de intelectuales encerrados en sus visiones egoístas y sus burbujas avitualladas con muchos dólares o euros, más allá de las veleidades de autoridades políticas ineptas y miopes, superando las visiones estrechas y de clase, el Estado Resistente no puede surgir de la nada más que del pueblo organizado mismo.

¡Es hora de involucrarse en grandes planes de Estado para los próximos 100 años! ¡Vivir como ha vivido el Perú, merced a la imbecilidad de sus gobernantes, es un crimen de lesa inteligencia!

¡Perú tiene la oportunidad de darse su propia y legítima respuesta pendiente desde 1879! ¡Y, con un Estado Resistente, edificar las grandes alamedas democráticas, de libertad y justicia social que ambicionan 30 millones de connacionales!
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Nadine: ¡inhabilitada para postular a la presidencia!

Es cierto que el Artículo 110° de la Constitución Política brinda una extraña sensación e ilusión a todos los peruanos. Tal como está redactado nos hace creer que todos podemos ser candidatos a la presidencia del país; peor aún si somos exégetas con vocación palaciega.

En efecto, este es el texto engañoso: “para ser elegido Presidente de la República se requiere ser peruano por nacimiento, tener más de treinta y cinco años de edad al momento de la postulación y gozar del derecho de sufragio”.  Por lo tanto, cualquier peruano con esos 3 aparentes únicos requisitos se consideraría con tal derecho e inscribir su candidatura sin hacer cola siquiera: Nadine Heredia, yo mismo que no tengo partido político ni tendré, cualquiera sin DNI, un general del ejército en actividad o el presidente del Poder Judicial, pues la Constitución no les prohíbe a ninguno de ellos.

Desde mi óptica, como abogado de alguna experiencia, sin que tenga que motejarme de constitucionalista o algo afín, estoy convencido que los artículos de la Constitución Política no se interpretan aisladamente; uno, separado de los otros, a pedacitos que no integren un todo, pues de no ser así el sistema constitucional que constituye  este cuerpo normativo quedaría desvencijado, como un mueble roto, hecho añicos.

Una interpretación aislada o con sesgo palaciego nos haría colegir que cualquier ministro de Humala, llámese Jiménez Mayor o la adventista Jara,  podría postular a la presidencia sin dejar el cargo ni un minuto antes, ya que es peruano por nacimiento, tiene  la edad exigida para postular y goza del derecho de sufragio o derecho de elegir y ser elegido.

Ninguna  ley ordinaria, ni la orgánica de elecciones, podría restringir ese derecho y todos sabemos que la Ley Orgánica de la materia señala una infinidad de limitaciones acordes al sistema constitucional, que debe ser interpretado como unidad, como sistema que es.

Es que el normal ejercicio de  ciertos derechos fundamentales del ciudadano  es regulado válidamente  o delimitado  por las leyes y no por la Constitución  misma. El mero apetito y discreción del pretenso candidato no bastan.

Por ejemplo, el derecho a la presunción de inocencia (Art. 2°, inciso 24, e) no impide que al inocente se le dicte mandato de detención y esté detenido por 9 meses, 18, 36 o incluso más meses, plazos que instituye la ley ordinaria; el consagrado derecho a la libertad se restringe cuando el Código Penal, que es ley, establece la cuantía de las penas, en cuya virtud los 25 años impuestos a Fujimori cobran legitimidad, del mismo modo que la cadena perpetua; el derecho de peticiónde policías y militares, solo puede ejercerlo el individuo, mas no la institución.

Con la misma orientación se restringe o limita por ley el derecho de ser elegido, como es el caso de la cónyuge y otros parientes del presidente en funciones, porque la propia norma constitucional permite que la ley establezca las condiciones y procedimientos de su ejercicio y, además, por respeto a otros principios constitucionales, como el de la igualdad ante la ley, que impide el aprovechamiento del poder político de turno.

El Artículo 31° de nuestra Constitución Política es sensato, lógico y justo cuando establece: “Tienen  también  el  derecho  de  ser  elegidos  y  de elegir  (los ciudadanos)  de acuerdo con las condiciones  y procedimientos determinados por ley orgánica”.

Con tal criterio constitucional, el Art. 107° de la vigente Ley N° 26859 de 1-10-1997, o Ley Orgánica de Elecciones,  ha establecido ciertas restricciones a los ministros, viceministros, jueces, fiscales, magistrados del tribunal constitucional, directores del banco central de reserva, autoridades regionales, jefe de la SUNAT, miembros de las fuerzas armadas en actividad, entre otros funcionarios públicos, en la misma medida que se limita a la cónyuge y otros parientes del presidente de la república en funciones.

En castellano corriente, todas las mujeres pueden ser elegidas a condición de que no sea una de ellas la esposa del presidente Humala. Ergo, Nadine Heredia está inhabilitada en la forma prevista por la Constitución.

Del mismo modo,  los jueces y fiscales de cualquier nivel, los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, el defensor del pueblo, el contralor general, los miembros del tribunal constitucional, los directores del banco central de reserva, el jefe de la SUNAT, todos ellos siendo peruanos, pese a que tengan más de 35 años y gocen del sufragio, podrían postular a ser presidente, aún sin renunciar o dejar el cargo seis meses antes de la elección, pues la Constitución no prohíbe su candidatura.

 Las leyes no tendrían razón de ser; tampoco la Ley Orgánica de Elecciones, cuya constitucionalidad nadie ha cuestionado en más de 15 años, la misma que sabemos establece límites que la NORMA NORMARUM  no contempla pero sí permite su regulación fuera del ámbito constitucional.

 El ordenamiento jurídico nacional es un todo,  la Constitución prevalece sobre el resto de normas, pero éstas desarrollan la unidad requerida constitucionalmente, para que el caos no impere y porque el propio precepto constitucional lo requiere o faculta.

No es correcta, por ende,  la aseveración que deslizó hace poco el Presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Francisco Távara Córdova, siguiendo la opinión brumosa del anterior, Hugo Sivina Hurtado, en el sentido que a Nadine Heredia la Constitución no le prohíbe ser candidata, como si eso bastara. Ambos se olvidan de precisarle que su derecho a ser elegida debe ejercerlo con las condiciones, y procedimientos que regula la ley orgánica por mandato de la Constitución.

¿Suena a casualidad inoportuna que tanto el saliente como el entrante Presidente del JNE hayan  publicitado semejante criterio sesgado y palaciego, no obstante Távara Córdova tenga que decidir  más adelante la postulación escondida de Nadine, que por ahora no se acepta como pensada, imaginada o decidida?

 ¿Recuerdan que Alberto Fujimori, el granuja, a fines de los años 90, gustaba del mismo juego tramposo o cubileteo mediático y luego postuló por tercera vez el 2000?



jueves, 22 de noviembre de 2012


Alan-Ollanta: ¡maduro indulto largamente incubado!


¿Pueden 2 jueces deliberar una sentencia y dictarla  si el demandante aún no ha presentado su demanda, no conocen los elementos probatorios de la pretensión y ni siquiera existe un expediente formado?  Claro que no. Empero, Alan y Ollanta sí pudieron: sin pedido, ni expediente a la vista y sin rubor alguno vieron el caso del indulto a Fujimori.

Fue el 17-6-2011, 5 pm, en una reunión en palacio de gobierno, de 3 horas, en la cual trataron, con pelos y señales, sobre esta gracia presidencial que aún no se había solicitado formalmente por el beneficiario, ni por sus hijos, tampoco por terceros.

Esta fue una connivencia dolosa en grado sumo; dos presidentes trataron el indulto del expresidente; sin que éste lo haya pedido en forma alguna; sin que exista organizado su expediente ante la Comisión respectiva, sin que la Comisión creada por Alan mismo lo sepa y sin que ésta sesione,  esté reunida o siquiera convocada.

Se trató de una larga reunión palaciega, entre Alan en funciones de presidente y el apenas elegido Ollanta, con los vicepresidentes Marisol Espinoza y Omar Chehade de circunstantes. También estuvo Daniel Abugattás. Alan propuso a boca de jarro el indulto en dúo, sin olas del entrante y, supongo, sin cobrar lo que el saliente. Con testigos ex propria sensivus los
guarismos nunca se ponen sobre la mesa.

Esta malhadada  reunión significa que el expresidente Fujimori, y su torcida gente en la sombra,  estaban pugnando por la gracia, pese a no haberla pedido en forma, por ejemplo, por las hoy conocidas cartas manuscritas, con los documentos que es menester aparejar; quiere decir, además, que los dos presidentes, el saliente y el entrante, buscaban decidir el indulto de modo reñido con el derecho, a espaldas de todos, no por enfermedad del beneficiario sino como parte de una corrupta componenda. ¡El propuesto no reprobó en modo alguno la propuesta, la amasó y la anidó!

Al diantre, entonces, la enfermedad terminal o no terminal grave, avanzada y degenerativa del beneficiario que es requisito y que hoy se discute con hartazgo; al tacho la Comisión apenas creada y su Reglamento ya dado; qué importaba la inexistencia de un expediente de trámite de indulto, con la actual “admisión”, si los “grandes” lo podían decidir a solas sin nada de eso. ¿Para qué, entonces, la finta de Alan García de crear una Comisión de 05 miembros y aprobar su Reglamento con excesivo rigor normativo? ¿Acaso amagaba subir la tarifa fijada tras bambalinas?

Al salir de palacio, Omar Chehade, preguntado por la prensa sobre el indulto, declaró que no le place ser infidente. Tampoco lo ha sido Marisol Espinoza, ni Abugattás,  hasta ahora.

Alan García, entrevistado por Jorge Ramos en el programa Al Punto de Univisión (USA), el 2-3-2012, confesó que trató el tema con Ollanta aquel 17-6-2011. Estas son sus palabras:Yo le dije: salgamos los dos y tomemos esta decisión. Para mí es difícil hacerlo al final del gobierno, me parece un golpe bajo al nuevo gobierno, y para usted es difícil hacerlo comenzando”.

Ollanta Humala, también sus nombrados contertulios, sigue guardando silencio de lo conversado. Acaso se ha dicho: ¿Por qué Alan lo puede conceder, con mi silencio cómplice, si lo mismo puedo tratar a escondidas con los interesados y decidirlo con sordina durante mi mandato?

El país urge de explicaciones de esta connivencia larvada aquel 17-6-2011; pues, en la próxima navidad 2012 la larva peluda puede culminar su metamorfosis y parir un maduro indulto, hace mucho tiempo incubado.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

El extraño apoyo del PNP al fujimorismo

El parlamento decidió por 53 votos contra 31 suspender por 90 días al congresista opositorJavier Diez Canseco, acusado de incurrir en conflicto de intereses al presentar un proyecto de ley en materia bursátil que, supuestamente, favorecería a sus familiares.
La suspensión fue posible por el sorpresivo respaldo de un grupo de legisladores nacionalistas a la iniciativa de la sanción impulsada por el fujimorismo.
El inusual acuerdo expone el nivel en que se ha situado la crisis del oficialismo, donde un grupo de parlamentarios se ha plegado a la campaña desatada contra Diez Canseco por uno de los grupos más combatidos por él por razones políticas y morales. A la venganza fujimorista, al fin y al cabo la venganza de la corrupción, se ha sumado la actitud de algunos congresistas de Gana Perú que no le perdonan a Diez Canseco su férrea pugna por mantener inalterable el programa con el que el presidente Humala llegó al poder.
Del fujimorismo se podía esperar una decisión como la adoptada. Sin embargo, sorprende que un grupo de parlamentarios nacionalistas (21 exactamente) se haya sumado a los que pretenden liquidar políticamente a JDC. En ese sentido, es cuestionable el papel cumplido por la vicepresidenta, Marisol Espinoza, y la ministra de la Mujer, Ana Jara, así como por el presidente del Parlamento, Víctor Isla. Es, del mismo modo, resaltable que un grupo de legisladores oficialistas haya votado en contra de la sanción.
En el debate del Pleno y en la Comisión de Ética se demostró que el propósito del proyecto impulsado por Diez Canseco fue la restitución de los derechos societarios y políticos de los poseedores de las casi 3 mil millones de acciones de inversión que circulan en la bolsa en manos de las AFP, pequeños inversionistas y trabajadores que recibieron las antiguas acciones laborales.
La sanción contra Diez Canseco adquiere un alcance político que no se puede pasar por alto: señala cómo algunos congresistas del oficialismo pueden terminar de aliados de los seguidores de un ex gobernante condenado por corrupción y crímenes de lesa humanidad.
En ese sentido es rescatable cómo los legisladores de Perú Posible presentes en la sesión del Pleno votaron en contra de la suspensión. Lo hicieron sustentando su voto y señalando que la exposición de Javier Diez Canseco había sido suficientemente clara, despejando sus dudas.
También votaron en contra de la sanción congresistas de Alianza por el Gran Cambio (2), Solidaridad Nacional (3) y los de Acción Popular-Frente Amplio que respaldaron a JDC en bloque.
El valor político y moral de las acciones desplegadas en los últimos 35 años por Javier Diez Canseco no se mancha ni lastima por esta sanción injusta, abusiva e ilegal. Al contrario, es una lección de la fuerza que asume y reasume en el país el árbol de la corrupción y de la impunidad, que él y otros peruanos seguirán enfrentando.
 

 

EN EL 102 ANIVERSARIO DE LA REVOLUCION MEXICANA



No se puede entender el pensamiento Hayadelatorreano y sus herejías con el pensamiento marxista-leninista ortodoxo impulsado por la URSS stalinista, sin considerar el impacto e influencia de la revolución mexicana, en su fase insurgente (1910-1917).

La revolución mexicana cambió el enfoque del pensamiento revolucionario mundial. El sujeto revolucionario dejó de ser monopolizada por la clase obrera y se construyó un nuevo sujeto : El pueblo y su base pluriclasista.

El anarquismo formó la base obrera en el continente, impulsó el sindicalismo clasista, y participó en la revolución. Las clases medias politizadas construyeron el radicalismo en el cono sur y levantaron un programa reformista que influyó también en la revolución mexicana. El nacionalismo antimperialista de Martí, de Haya de la Torre, de Sandino, de Manuel Ugarte y de José Ingenieros aportaron en las orientaciones de la revolución. Estos ideológos vivieron en carne propia los abusos de las grandes empresas extractivistas y la política "del garrote" de los norteamericanos (invasiones e intervencionismo).

En ese sentido la revolución fue un crisol de tendencias y procesos que demostró el agotamiento y periclitaje del viejo Estado Oligárquico en América Latina. Fue un esfuerzo por reorientar la modernidad consolidando el estado nacional, popular y democrático. Su expresión institucional fue la constitución de 1917 y la doctrina del constitucionalismo social que inspirará los grandes proyectos reformistas del siglo XX : agrarismo, obrerismo, indigenismo, laicismo, gratuidad y obligatoriedad de la educación, legislación pro obrera, alianza estado-empresarios, nacionalismo económico para construir mercado interno,seguridad social, vivienda popular, sanidad pública, infraestructuras con sentido público y social.

En México la revolución, tuvo un destino contradictorio. Después de 1917, hubo etapas jacobinas anticlericales, etapas de fuerte nacionalismo y reformismo social, etapas de una política exterior independiente y latinoamericanista, etapas corporativas autoritarias, etapas cleptocráticas, y etapas de violencia institucional, pero ya sea orientándose a la izquierda o hacia la derecha, los gobiernos pos revolucionarios, fueron fieles al ideario nacionalista de la constitución. Todo ello cambió a partir de 1989, cuando el Presidente Salinas anunció el fin de la revolución y el comienzo de la "modernización". Se cambió de modelo económico, se reformó la constitución y se limitó el alcance social y nacionalista de la misma. Pero se mantuvieron los aspectos corporativos y autoritarios, reproduciéndose, la cleptocracia de un aparato estatal clientelar antidemocrático.

La transición y la alternancia, se redujeron a reformas electorales y gestiones democráticas que no pudieron erradicar los males estructurales del estado. Como ha sido a lo largo del siglo XX, el liberalismo desborda buenas intenciones, pero carece de la capacidad reformadora necesaria para impulsar nuevas estructuras e instituciones.

Salinas creó una nueva oligarquía de multimillonarios poderosos que cuidan sus intereses con todos los medios a su alcance, incluyendo la manipulación electoral y el fraude mediático. La lucha por la democracia, nunca fue tan evidente en México, como en los últimos años.

La revolución mexicana forma parte ya de la cultura política mexicana. Y sus principios siguen siendo vigentes, con mayor o menor intensidad. Ya no son principios-programa, sino valores que integran el proyecto político del estado. Ello sin embargo es cuestionado, tanto por la extrema derecha neoliberal, como por el negacionismo de la izquierda social.

La revolución en México, desde un punto de vista ideológico, ya no tiene referencias partidarios. Tanto el PRI como el PRD se definen "socialdemocratas" ( y todo lo que ello pueda significar). El PAN es neo liberal y conservador, con una tendencia social no hegemónica. El movimiento lopezobradorista (Morena), es la que todavía revindica el sentido popular y reformista de la revolución, y su programa social y nacionalista tiende a un pragmatismo incluyente.

Salinas/Zedillo/Fox alejaron a México de América Latina embuídos del neoliberalismo (enmascarado como modernización) que se concretó en el ALCA. La política exterior se orientó a fortalecer los lazos con EEUU. Los resultados no fueron mejores ni peores, ni impactó sustantivamente en la forma como los EEUU han considerado siempre a México. Quizás es más importante el impacto del voto mexicano-norteamericano, pero casi siempre, su agenda es interna y orientada a las necesidades de la migración.

Las revoluciones seguirán siendo necesarias, allí donde las élites, los poderes fácticos y los intereses cleptocráticos traten de mantener dominados y enagenados a los ciudadanos. Pero México y Cuba nos enseñan que las revoluciones no pueden ser "institucionales" sin considerar alternativas, porque se corrompen. Deben cumplir sus objetivos y crear las bases política-económica de un nuevo orden social que siempre toma tiempo. La democracia en ese sentido, es el contrapeso de las revoluciones y sus excesos. Y América Latina, nos vuelve a enseñar que un proceso de cambio y ruptura (revolución bolivariana venezolana) puede coexistir con la democracia y corregirse a si misma. El proceso sin embargo es muy complejo y no queremos en esta breve nota simplificar.

Toda revolución que logra impregnar con sus valores y objetivos una época, es una revolución que sobrevivirá como fuente inspiradora. Y eso es la revolución que lideraron Madero, Zapata, Villa, Carranza, Obregón, Cárdenas, Flores Magón. Y aunque sus líderes terminaron enfrentados, crearon las bases sociales del México moderno. Sin la revolución, México quizás hubiese sufrido nuevas invasiones de los EEUU, la restauración del poder onnívoro de la Iglesia Católica y los caciques regionales que siempre embrutecieron al indio y sojuzgaron al campesino, hubiese sido un país inestable atravesado de insurrecciones regionales y separatismos estatales. El programa social y nacionalista de la revolución quedó incompleto, no llegó a culminarse, pero en los años cincuenta, Haya de la Torre, exiliado, lo elogió con emoción.

Vivan los revolucionarios de 1910!
Vivan Emiliano Zapata, Francisco Villa, Francisco Madero, los Flores Magón !

Vivan Carranza, Obregón !

Vivan los Gobernadores como Felipe Carrillo, los grandes políticos martirizados como Belisario Dominguez, Pino Suárez !
Vivan los filósofos como Vasconcelos y Leopoldo Zea, los muralistas como Orozco, Siqueiros!

Vivan los grandes Presidentes, Lázaro Cárdenas, Ruiz Cortinez, Lopez Mateos, Luis Echevarría !

Y quienes luchan en México por la justicia social, la democracia limpia y una sociedad civil comprometida y participativa.

 




La Lucha Nacional de resistencia
 
 
¿Quiénes serían, en caso de una no tan improbable invasión de potencia foránea, los primeros blancos escogidos? A no dudarlo: los dueños de empresas, los que tienen patrimonio versátil inmobiliario y financiero, los que, desde su puesto de mando en la producción, contribuyen a la economía. ¿Qué no? Fácil y simplista negarlo, duro confrontar la realidad tal cual es: fría y filuda.
El escepticismo debía dar paso a una reflexión simple y real. Los datos telefónicos, de cuentas bancarias, de propiedades, de participación accionaria directa o indirecta, todo lo que en países civilizados se llama información privada o de acceso vedado a quienes no sean los titulares, está en manos de decenas de personas que trabajan para bancos o financieras que llaman con regularidad insistente y a cualquier hora para comprar “deudas” y ofrecer mejores tasas para sus nuevas obligaciones. ¿Cómo obtienen estos datos si no es de las fuentes que debían guardar la confidencialidad como parte del trato? Fácil deducir que si un simple segmento vendedor o promotor de esta clase de servicios, posee la radiografía actualizada de quienes tienen algo más en Perú, no lo ponga a disposición de botas invasoras que por la razón de la fuerza o simples monedas compradoras, enajenen información que, no puede descartarse, ya esté en sus arcanos estratégicos.
La Lucha Nacional de resistencia involucra a todos los peruanos contra cualquier clase de invasión, posee las características de una prioridad permanente de Estado y quien ponga en duda la misma o sabotee estos esfuerzos o conspire con silencio cómplice o se haga de la vista gorda, representa a la quintacolumna traidora.*
Las vanguardias políticas tienen que aprehender la fragilidad de los sistemas electorales que se caracterizan por millones de personas que escogen al mal menor o a quienes, una vez encaramados en los puestos administrativos, practican las antípodas de lo que fueron sus mensajes de campaña. No suele ser raro, por lo menos en Perú, que se haga exactamente todo lo contrario de lo que se ofreció. La pendularidad, de un extremo a otro, signa el desequilibrio del aparato político-social de nuestra historia.
Y si el Estado Resistente no acelera de modo adecuado la construcción de los parapetos de defensa cuidando todos sus flancos, las agrupaciones políticas, con sentido de horizonte y aprendizaje profundo de la historia y sus enseñanzas, no tienen otra fórmula de legitimación que su alineamiento en la Lucha Nacional de resistencia, preparando cuadros, organizando comités, diseñando ataques, persuadiendo a las poblaciones, enhebrando una fina y ordenada cuanto que discreta telaraña de opciones multidisciplinarias.
Además, aspecto que se condice poco, si algo, con la tradicional y “maravillosa” improvisación peruana, hay que pensar en la historia pero también en el futuro de las generaciones presentes, niñez y juventud. Transcribo las siguientes líneas que en otro contexto, pueden graficar qué puede ocurrir aquí:
“En el breve trayecto me dibujó un panorama siniestro y terrible de la situación en Palestina. No me habló de la humillación constante que suponen los checkpoints, los controles, los cacheos y la sumisión absoluta a los militares israelíes, eso ya lo estaba viendo yo mismo. Tampoco me habló de las detenciones preventivas y los terribles interrogatorios que implican, ni de los bombardeos, ni de los árboles arrancados, los pozos de agua confiscados, ni de las casas derribadas, los terrenos embargados o el siniestro muro que los israelíes están construyendo para aislar totalmente las poblaciones palestinas. El doctor Khairy, que así se llamaba, me habló del efecto psicológico que la ocupación estaba provocando en los niños palestinos. Y no se refería solo al evidente rencor que acumularían durante años para con los ocupantes israelíes. Sino de los problemas de convivencia, de violencia escolar y familiar, miedos y fobias, transtornos del sueño, etcétera, que sufren la mayor parte de los niños palestinos”; El Palestino, p. 136, Antonio Salas, Ediciones Planeta Madrid 2010.
¿Qué compra el billete corruptor vía publicidad e impone la fuerza económica de los más poderosos?: el silencio. Y también a cómplices.**
¿Qué agrupación política ha expresado su parecer público sobre estas amenazantes circunstancias que tienen precedentes horrorosos en 1836-39 y 1879-1883? ¡Absolutamente ninguna! Ebrios de fervor en cuitas vulgares, en chismes de comadres, transtornados hasta la náusea en serruchar el piso de quien esté más arriba, las patotas nacionales han demostrado el porqué la gente los reputa como chupasangres “necesarios” y los vota aunque luego no pueda botarlos por la simple razón que estos consideran que la administración gubernamental es su nicho, al cual “tienen derecho” y del que pueden vivir robando y destruyendo a la Nación.
La Lucha Nacional de la resistencia es una tarea sublime y por encima de los parroquialismos deleznables de ciegos con miopía.
El reto nos abofetea de manera clara e inobjetable.
¿Estamos a la altura de las circunstancias?

Moda, poses y poseros

Moisés Panduro Coral
 
Fue en 1972, cuando en el apogeo de la dictadura militar, se le ocurrió a algún iluminado cerebro velasquista proponer la creación de un ministerio de la moralización. Nació, en aquel tiempo, la moda de la moralización. El propósito de la flamante dependencia era el de investigar, juzgar, sancionar y meter a la cárcel a los inmorales y corruptos. Ya llevaban cuatro años detentando el poder autoritario y sin control de nadie que lograron por la gracia de tanques y soldados que asaltaron palacio de gobierno, pero los mandamases no se sentían parte de la corrupción. Los corruptos eran esos otros, a quienes dieron el golpe, pero ellos no.
Fue entonces, cuando Haya de la Torre, en un mitin de la fraternidad de febrero de ese año, les respondió irónicamente: “la moralización está bien, pero ahora yo pregunto ¿y quién moraliza a los moralizadores?”. Los golpistas y sus operadores jamás pudieron responder esta pregunta porque su “moralización” era pura pose. Lo cierto es que cuando terminó el gobierno militar en 1980 nuestra nación terminó con una deuda externa espantosa, gran parte del aparato productivo estatizado, burocratizado, inepto; con una economía nacional arruinada y carcomida, con indicadores sociales por los suelos del tercer mundo; sin embargo, en la pirámide del ingreso nacional se había afincado una nueva casta oligárquica surgida de los grandes negociados que se perpetraron en una época en la que los órganos de control hacían sus fintas fiscalizadoras revisando comprobantes de gastos de caja chica y realizando auditorías públicas sin mayor trascendencia.
El saqueo feroz del billete nacional fue hecho limpio de polvo y paja. En ministerios, en organismos regionales, en proyectos especiales. No había fiscalización de ningún tipo, pues el poder absoluto originó la mudez y la sordez del poder judicial. No había parlamento ni comisiones investigadoras, no habían regidores o consejeros con la facultad de investigar o examinar cuentas, presupuestos o procesos. No había prensa independiente, ni oenegés, ni mesas. La rapiña, el robo, el pillaje, la expoliación pasaron piola. Algunos casos fueron expuestos en una que otra publicación escrita después que culminó la aventura militarista, y para cuando el presidente Belaunde inició su segundo mandato todos los indicios de corrupción de los “moralizadores” se perdieron en la cortina del olvido y la indiferencia.
Esa moda “moralizadora” también se pudo observar después del autogolpe de Fujimori. Días después del 5 de abril de 1992, en los periódicos, en boletines y en otros medios se publicó un avisito anunciando la creación una oficina de la moralización, que incluía líneas telefónicas gratuitas para incentivar al ciudadano a llamar y a presentar sus denuncias contra los corruptos. Pura pose, claro, porque, -más allá de las simpatías populares que tuvo y que tiene el fujimorismo-, es conocido cómo terminó el régimen: con un video que mostraba un flagrante caso de compra de conciencia de un congresista que, de hecho, es apenas uno pequeñito en el universo de galaxias llenas de coima y de corrupción que le caracterizó. Gran parte de los participantes activos y pasivos de esa farra pasan como gente limpia, más limpia que un cristal en el polo ártico, como es el caso de un ex senador pepecista que fue presidente del consejo transitorio de administración regional de Loreto.
Pues la moda de la “moralización” llega de tiempo en tiempo. Y junto a ella, el momento de ensayar las poses. En la campaña regional del 2010, por ejemplo, el reelecto “mandatario” regional nos quiso hacer firmar un papelito donde nos comprometíamos a luchar contra la corrupción. Pura pose, nada más, como si la corrupción de sus años anteriores de gobierno se pudiera ocultar o combatir con tinta toner, una carilla impresa de cuatro párrafos y unas cuantas firmas. Otro ejemplo: a un año del gobierno del presidente Humala, muchos de esos poseros de la lucha contra la corrupción se han ido al banquillo, y si los chehade, los comeoro, los robacables, los violadores, los traficantes de tierras, los coqueros y toda esa laya de zamarros están todavía allí pululando en el parlamento es porque es totalmente cierto aquello de que otorongo no come otorongo.
Por eso, le recomiendo tener cuidado con los teatreros de la “moralización” que aparecen ahora en el escenario regional. Pregúnteles primero a esos poseros de donde sale la billetada que se gastan en cada acto politiquero. Cómo hacen para sustentar su ritmo de vida, cómo financian los pagos de promotores (no tienen militancia, sino promotores), cómo movilizan personas, de dónde salen las canastas, materiales de construcción y demás regalos que semanalmente reparten para que los pobres que los reciben exclamen: ¡Oh, qué bueno es este hombre! y para que las pantallas muestren el “arraigo” de los susodichos.
La moralización en las instituciones públicas, y dentro de ella la lucha contra la corrupción, es buena, ya lo dijo Haya de la Torre, pero no debe ser una moda, ni menos una pose o un acto teatrero. Es una actitud consciente y transparente, un conjunto de valores que se forman desde la infancia, se consolidan en la juventud y se conservan en la adultez, de manera que, llegado el momento de partir, las huellas que dejes sean limpias, y tus apellidos, -cualesquiera que fueran-, sean llevados por tus hijos con la misma dignidad que las llevaron quienes te los han heredado.