Impedidos esposa, amante, padres, hermanos y
cuñados de Humala
La
malquista prensa, adocenada, rentista, agazapada y hasta desalmada, solo se
ocupa de Nadine, esposa del presidente Humala, como si fuera la única impedida o
no de postular a la presidencia, pese a que igualmente los impedidos son su papá
Isaac, su mamá Elena, todos sus hermanos (Antauro, Ulises y Alexis) y todos los
ilustres desconocidos, dicen anodinos, cuñados (hermanos de Nadine). Incluso,
esta prohibición legal alcanza a la concubina o conviviente, si acaso Ollanta
tuviere como Alan.
Es
decir, son una larga sarta los impedidos, lo cual está muy bien y es
constitucional, legítimo, legal, lógico y humano, si se tiene en cuenta la
idiosincrasia de los peruanos. Claro, para los miopes y mercantilistas de la
corrupción, o los ciegos puros, no.
La
Ley Orgánica de Elecciones (Art. 107°) regula expresamente esta prohibición
porque la Constitución Política (Art. 31°) la autoriza o faculta, al indicarle o
permitirle que precise las condiciones y procedimientos del ejercicio del
derecho fundamental de elegir y ser elegido. Los derechos humanos no son
absolutos e irrestrictos; su ejercicio está regulado con ciertas limitaciones
por el orden jurídico no constitucional.
En
virtud de tal permisión la Ley Orgánica de Elecciones ha cumplido estrictamente
el encargo al establecer válidamente:
b) todos los varones también, que no sean su padre, sus hermanos o sus cuñados;
c) todas las mujeres y todos los varones que no ejerzan la función pública que la ley precisa, en cuyo caso deben renunciar seis meses antes de le elección.
d) en estos tres casos, los candidatos a la presidencia deben ser peruanos por nacimiento, tener más de 35 años y gozar del derecho de sufragio.
En
conclusión, son un reverendo montón los impedidos de ser candidatos
presidenciales, por tener una relación íntima, cercanísima, y quizá oscura,
obsecuente y dependiente, del presidente Humala, por el poder que tiene y porque
maneja miles de millones de dólares del pueblo peruano que podrían correr
riesgos que la ley no quiere.
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