Mientras en el Perú, y en lo que alguna vez fue el APRA, se ha instalado el colonialismo mental cuya mejor expresión es "El Perro del Hortelano" de Alan García y Jorge del Castillo, en otras latitudes no tan lejanas como México, el congreso de la república, y algunos pre candidatos presidenciales, rechazan enfáticamente "abrir" al capital extranjero (inversiones) el sector de las telecomunicaciones. Se quiere impulsar la "competencia", pero sobre la base del capital nacional, y solo permitir la inversión extranjera si sus países de origen establecen el principio de reciprocidad.
México tiene TLC´S con EEUU y la UE, pero sus gobiernos han establecido prohibiciones para el ingreso de capital extranjero en sus países. En pocas palabras, si empresarios mexicanos como Carlos Slim o la media docena de millonarios que manejan el negocio de las telecomunicaciones en México desean invertir en EEUU o la UE en telecomunicaciones, no pueden hacerlo sino de manera muy marginal y restringida.
Los TLC´S no aseguran la equidad ni la reciprocidad. Un simple juez en EEUU puede bloquear por ejemplo el ingreso de productos agrícolas a la Unión Americana proveniente de México, y mientras se instala un panel de arbitraje y se resuelve, pueden pasar meses o años.
La comentocracia simplona limeña, politicastros derechistas como García o Del Castillo, o la derecha bruta y achorada venden en el Perú la idea de la "globalización", "las inversiones", las "nuevas ideas modernas neoliberales", como la panacea a todos los males, y solo han conseguido que se formen oligopolios.
Deberían ver el caso de México, donde hay una batalla por el mercado de las telecomunicaciones, pero entre empresarios nacionales como Slim, Azcarraga o Salinas. Y pese a que el gobierno, presionado por la OCDE desea abrir el mercado a la inversión extranjera, el Congreso se ha plantado que sin acuerdos de reciprocidad no se entregará el mercado de las telecomunicaciones. No se desea repetir lo que ocurrió con los bancos, los cuales cayeron en manos de Norteamericanos, españoles, e ingleses, elevaron las comisiones y no otorgan créditos a los pequeños y medianos productores. Incluso hasta el ex presidente Salinas de Gortari, que inició las privatizaciones, declaró que si la situación no cambiaba, habría que nacionalizar la banca o parte de ella.
A Del Castillo se le advirtió que se debía estudiar mejor el caso mexicano y su experiencia con el NAFTA, pero todo lo entregaron a asesores cuya consigna era sacar el TLC contra viento y marea. Ahora resulta que Conga no se puede revisar ni Camisea tocar porque las empresas extranjeras "pueden denunciar" al Perú en tribunales extranjeros.
Eso es "El Perro del Hortelano" y la traición al Perú.
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