martes, 21 de febrero de 2012

“Espacio-Tiempo-Hisórico: Historicismo, Post-modernidad y Neo-Marxismo”
La crítica explícita al etnocentrismo y más que eso al eurocentrismo hace que el postmodernismo se ligue con la tesis del Espacio-Tiempo-Histórico, pues ambos coinciden en la existencia de varias razones históricas y que las mismas sociedades no tendrían un solo desarrollo sino múltiples desarrollos, pues como bien lo señala Francois Bourricaud, después de preguntarse que ganaba el pensador trujillano con su tesis del Espacio Tiempo Histórico dirá peruanizar el Perú, nosotros diríamos indoamericanizar a Indoamérica, y saldar cuentas con el marxismo dogmático.“¿Que ha ganado Haya de la Torre construyendo esta pesada maquina conceptual? Ante todo, definir la tarea que propone a sus partidarios. Peruanizar el Perú consiste en poner al campesino en condiciones de alcanzar al pelotón de vanguardia de las naciones desarrolladas. En segundo lugar, puede arreglar con poco gasto, sus cuentas. con el dogmatismo marxista”
Tito Livio Agüero Vidal
Tito Livio Agüero Vidal - Egresado de la facultad de derecho y licenciado en Sociología en la especialidad de política (Pontificia Universidad Católica del Perú), egresado de la Maestría de Ciencia Política (UPIGV-ICD), Miembro del Taller de Estudios Políticos ¨Antenor Orrego¨, Catedrático de la Escuela de Ciencia Política (Universidad Nacional Federico Villarreal).
I. Introducción.-
Hace justamente 47 años Augusto Salazar Bondy, a propósito de Toynbee frente a los Panoramas de la Historia (3), se preguntaba si la tesis central del libro, la emergencia de una nueva civilización americana, era realmente una "afirmación de los valores de la América Latina o, a la postre, la aceptación de una dependencia, de una alienación insuperable” (4). Recordemos que en dicho libro Haya de la Torre buscaba mostrar la compatibilidad, en lo sustantivo, de su doctrina del Espacio-Tiempo-Histórico con las tesis del gran historiador inglés. De tal manera que responder a esta interrogante nos lleva indefectiblemente a problematizar su mismo discurso filosófico y que mejor que hacerlo a partir de las dos matrices más importantes en la discusión filosófica contemporánea, es decir, desde el esquema opositor historicismo-universalismo y modernidad-postmodernidad, y del marxismo contemporáneo (neo-marxismo).
II. Historicismo.-
El universalismo junto con el historicismo constituyen los dos grandes centros que han producido tensiones hacia una u otra dirección durante toda la historia de la filosofía. Ya desde los albores de la filosofía en la antigua Grecia, sobre todo con Tales de Mileto, y en menor medida con Anaximandro y Anaxímenes, encontramos ya consideraciones de carácter y naturaleza universalistas. Así, Tales es el primer gran universalista de la historia, pues fue el primer filósofo que demostró un teorema matemático.
A diferencia del universalismo que es antiguo, el historicismo es relativamente nuevo. Se inicia aproximadamente a mediados del siglo XVII, con un libro poco leído titulado Principios de una Ciencia Nueva en torno a la Naturaleza Común de las Naciones y cuyo autor es el italiano Giambattista Vico que es el que da nacimiento a esta nueva forma de pensar la filosofía. Incluso su mismo libro podría parecer un anticipo del joven Guillermo Federico Hegel -Fenomenología del Espíritu-. A pesar de que Karl Popper sostiene en su Miseria del Historicismo que el fundador de esta corriente es en realidad Wilhelm Dilthey, Vico esta considerado como el primer relativista y escéptico, porque su historicismo no se reduce únicamente a enunciar que la historia es necesaria para comprender la acción humana, sino porque también considera que las sociedades atraviesan diversos estadios u etapas. Es más, algunos estudiosos ven en su obra una anticipación de David Hume, Guillermo Federico Hegel, Karl Marx, y Georg Sorel, con lo que lo terminan ubicando a la cabeza de la moderna filosofía de la historia.
Hoy la filosofía de la historia tiene un nuevo impulso gracias a Paul Kennedy, Samuel P. Huntington, etc., pero sobre todo a Alexander Kojéve y Francis Fukuyama, quienes de una o de otra manera se inspiran en Hegel, Oswald Spengler y Arnold Toynbee y, por tanto, en Vico. Por consiguiente, la filosofía de la historia, más allá de las preferencias ideo-políticas de los propios autores (izquierda-centro-derecha), es una corriente que forma parte y de manera muy activa de la filosofía mundial, y más aún los diversos autores mencionados y sus respectivos discursos filosóficos se basan y fundamentan en los de los que muy bien podríamos llamar clásicos historicistas. De tal manera que el Espacio-Tiempo-Histórico hoy en día no es una formulación filosófica fuera de espacio y de tiempo.
III. Post-Modernidad.-
Otro eje del debate filosófico contemporáneo es el que enfrenta a los filósofos modernos (René Descartes, John Locke, Imamanuel Kant, Jürgen Habermas, etc.) con los post-modernos (Federico Nietzsche, Walter Benjamin, Charles Baudelaire, Jacques Francois Lyotard, Michael Foucoult, Gianni Vatimo, etc.) La llamada Modernidad, como alguna vez lo dijo Octavio Paz tiene un carácter indiscutiblemente europeo, y se define a partir de una noción específica de racionalidad (instrumental) y que echó por tierras las visiones religiosas del mundo, como también las construcciones filosóficas basadas en una concepción abstracta del hombre y de las cosas. Todo ello llevó a la emergencia del mundo de la ciencia y de la técnica pero también de los diversos proyectos liberadores y/o emancipadores (socialismo burocrático, socialismo democrático, Estado de Bienestar, populismo latinoamericano, liberalismo, etc.).
La Post-modernidad, que es en el fondo una respuesta a la Modernidad y/o una etapa superior de la Modernidad, por lo contrario, implica una nueva actitud. Hay una dura crítica a la tesis de la existencia de una razón universal, que en el fondo era o es una simple y mera razón europea, y por consiguiente, se postula la no existencia de razones o en todo caso la existencia de varias razones. Además, todas las categorías teóricas tan caras a la Modernidad son no sólo cuestionadas sino dejadas de lado (totalidad, estructura, sistema, sistémico, etc.). Señalan que los proyectos liberadores modernos o para hablar en términos propiamente postmodernos los meta-relatos han demostrado no ser la solución para liberar al hombre y a la mujer. Por último su "propuesta" todavía en construcción consiste en la reivindicación de lo fragmentario, heterogéneo, etc.
La crítica explícita al etnocentrismo y más que eso al eurocentrismo hace que el postmodernismo se ligue con la tesis del Espacio-Tiempo-Histórico, pues ambos coinciden en la existencia de varias razones históricas y que las mismas sociedades no tendrían un solo desarrollo sino múltiples desarrollos, pues como bien lo señala Francois Bourricaud:
”…lo que Haya de la Torre rechaza explícitamente es la concepción de una Historia cuya evolución esta dominada por un solo factor y cuya proyección es rectilínea” (5).
IV. Neomarxismo.-
El marxismo académico como político en los años 20, 30 y 40 estaba dominado por una interpretación staliniana que era básicamente determinista y ortodoxa, solo el trotskysmo aparecía como una suerte de solitaria excepción. Sin embargo, ambos, stalinismo y trotskismo, compartían una visión que tenía a Europa como el gran centro paradignmático: Vladimir Illich Ulianov (Lenin) y Joseph Stalin, a través de la Tercera Internacional, y León Trotsky, por intermedio de la Cuarta Internacional, “proponían” líneas de acción política para las sociedades europeos e inclusive no europeos (América Latina; África y Asía). En realidad, el pensamiento marxista siempre tuvo un carácter eurocéntrico, recordemos que ya Karl Marx tenía a Inglaterra como su unidad de observación y análisis para descubrir las leyes generales del modo de producción capitalista.
"Lo que he de investigar en esta obra es el modo de producción capitalista y las relaciones de producción e intercambio a él correspondientes. La sede clásica de ese modo de producción es, hasta hoy, Inglaterra. Es éste el motivo por el cual, al desarrollar mi teoría, me sirvo de ese país como principal fuente de ejemplos. Pero si el lector alemán se encogiera farisaicamente de hombros ante la situación de los trabajadores industriales o agrícolas ingleses, o si se consolara con la idea optimista de que en Alemania las cosas distan aún de haberse deteriorado tanto, me vería obligado a advertirle: De te fabula narratur! (¡A tí se refiere la historia!).
En sí, y para sí, no se trata aquí del mayor o menor grado alcanzado, en su desarrollo, por los antagonismos sociales que resultan de las leyes naturales de la producción capitalista. Se trata de estas leyes mismas, de esas tendencias que operan y se imponen con férrea necesidad. El país industrialmente desarrollado no hace sino mostrar al menos desarrollado la imagen de su propio futuro” (6).
Este marxismo eurocéntrico, tomando el terminó prestado de los recordados José Aricó y de Carlos Franco, fue interpelado algunas veces, quizás los casos más notables son los de Karl Korsch(7), Georg Luckás(VIII), y la Escuela de Frankfurt, que básicamente eran interpretaciones marxistas hegelianas y que reivindicaban al joven Marx y en el caso de la Escuela de Frankfurt llegaron incluso a formular una interesante Teoría Crítica a través de Max Horkheimer (9). Sin embargo, hay que esperar que en Inglaterra y en Italia surjan nuevas conceptualizaciones teóricas que tengan como base una lectura marxista crítica y/o heterodoxa. En el primer caso emergen jóvenes científicos sociales pero sobre todo historiadores (Anthony Giddens, Perry Anderson, Edward Thompson, Eric Hobsbwam, etc.) que desarrollan corrientes de investigación realmente nuevas. En el caso italiano, la vuelta a un marxismo hegeliano e historicista estuvo vinculado al redescubrimiento de la obra de Antonio Gramsci.
Así, ya en los 70 del siglo pasado se podía encontrar la existencia de dos grandes paradigmas del pensamiento marxista contemporáneo: por un lado, la propuesta de Louis Althusser (filósofo e ideólogo del importante Partido Comunista Francés) y sus discípulos identificables –pese a cualquier querella acerca de membretes- como estructuralistas; por el otro, la formulada por la que muy bien podríamos llamar la Escuela Italiana, predominante entre los cuadros intelectuales del Partido Socialista Italiano (PSI) y del Partido Comunista Italiano (PCI), que acentúa los aspectos historicistas de la tradición marxista, en lo que podría considerarse la línea gramsciana.
“Las críticas de Althusser a un historicismo absoluto que aparcería en el trasfondo del pensamiento gramsciano y que desbordaría a la herencia de Marx, disminuyendo, además, las posibilidades científicas de la obra del político italiano al disolver la teoría en la praxis, marcan el punto m alto de un período de reexamen crítico del pensamiento de Gramsci, tras el gran impulso de entusiasmo que sus escritos tuvieron en el movimiento socialista desde mediados de la década del 50, cuando los análisis de Gramsci aparecían como una de las pocas vertientes que la dureza del stalinismo no había secado en 30 años de monotonía dogmática” (10).
En ese sentido la formulación de un marxismo hegeliano producido no desde el propio centro europeo sino desde las sociedades periféricas es, que duda cabe, un hecho realmente sorprendente y llamativo por que representa una actitud intelectual audaz e iconoclasta pero que de alguna manera se liga también con esa tradición revisionista europea de los Korsch, Luckás y Horkheimer. Justamente, la teoría del Espacio-Tiempo- Histórico, más allá de la indudable influencia teórica del relativismo einsteiano y de la psicologismo de la Escuela de la Gestalt (11) los grandes referentes teóricos de Haya de la Torre son el marxismo y Hegel (12) pero su marxismo por su carácter y/o naturaleza era revisionista por eso un gran amigo de Haya de la Torre como Francois Bourricaud después de preguntarse que ganaba el pensador trujillano con su tesis del Espacio Tiempo Histórico dirá peruanizar el Perú, nosotros diríamos indoamericanizar a Indoamérica, y saldar cuentas con el marxismo dogmático.
“¿Que ha ganado Haya de la Torre construyendo esta pesada maquina conceptual? Ante todo, definir la tarea que propone a sus partidarios. Peruanizar el Perú consiste en poner al campesino en condiciones de alcanzar al pelotón de vanguardia de las naciones desarrolladas. En segundo lugar, puede arreglar con poco gasto, sus cuentas. con el dogmatismo marxista” (13).
V. Conclusiones.-
Hoy en día, al igual que ayer, muchos filósofos siguen sosteniendo que la cultura contemporánea se encuentra atravesada por dos grandes líneas de pensamiento, que desde sus puntos de vistas, deben ser totalmente superadas: el cientificismo (positivismo) y el relativismo. Ambas se reflejarían en una cosmovisión utilitarista que desprecia las humanidades y admira únicamente lo que implique dominio de naturaleza y beneficio inmediato, aunque éste sea efímero. Además detrás de ellas se escondería la misma falta de creatividad, y en el caso del relativismo la ausencia de ideas obligaría a repetir el discurso científico.

Sin lugar a dudas que encasillar a la filosofía en solo dos grandes paradigmas interpretativos es arbitrario y sumamente discutible sobre todo en tiempos postmodernos. Para comenzar, no todo relativismo histórico o filosofía de la historia tiene las características arriba señaladas y que en el caso específico del Espacio-Tiempo-Histórico habrá que decir que el relativismo histórico del autor, que es de cuño marxista y hegeliano como hemos visto, no tiene un carácter absoluto y terminante, pues se plantea explícitamente el entrecruzamiento de las diversas sociedades y es justamente esta interrelación la que termina explicando no sólo las relaciones sociales, económicas, etc., sino la existencia misma del fenómeno de lo que hoy asépticamente se llama globalización o mundialización (léase y entiéndase imperialismo moderno) y la elaboración misma de la doctrina aprista como la respuesta indoamericana a esta dominación y dependencia. Por lo que la pregunta que se formuló el filósofo Salazar Bondy en 1965 tiene ya un respuesta clara e indiscutible: Víctor Raúl Haya de la Torre no plantea una aceptación de la dependencia o de una alienación insuperable sino la reivindicación de los valores propios y genuinos de Indoamérica toda (14).
(1). El presente artículo originalmente se escribió como colaboración con los c. del Grupo Reflexión “Nuevos Rumbos” (24-II-2003) y salió publicado en su Boletín que dirige el c. Juan Alberto Campos Lama. El documento ha sido modificado y corregido pero sobre todo se le agrego la sección titulada Neomarxismo.
(2). Miembro del Taller de Estudios Sociales y Políticos "Antenor Orrego" y del Comité Central de Vanguardia Aprista.
(3). HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl (1955). Toynbee frente a los panoramas de la historia. En: Obras Completas. Lima: Juan Mejía Baca, 1985, T. 7, pp. 9-195.
(4). SALAZAR Bondy, Augusto (1965). Historia de las Ideas en el Perú Contemporáneo. El proceso del Pensamiento Filosófico. Lima: Francisco Moncloa, 1965, T. II, pp. 351.
(5). BOURRICAUD, Francois (1967). Poder y Sociedad en el Per Contemporáneo. Buenos Aires: SUR, 1967, pp. 153.
(6). MARX, Karl (1867). Prólogo a la primera edición. Londres, 25-VII-1867. El capital. Crítica de la economía política. 10ma. edición. México: Siglo XXI, T. I, 1985, pp. 6-7.
(7). KORSCH, Karl (1923). Marxismo y filosofía. México: Era, 1971. 137 pp.
(8). LUCKÁCS, George (1923). Historia y consciencia de clase. México: Grijalbo, 1969. 354 pp.
(9). HORKHEIMER, Max. Teoría crítica. Buenos Aires: Amorrortu, 1974.
(10). ARICO, José. “Advertencia”. En: Gramsci y las ciencias sociales. México: Cuadernos Pasado y Presente, 1985, pp. 5.
(11). “...la filiación de lo conceptos sobre la génesis del Espacio Tiempo Histórico con ideas psicológicas provenientes de la Gestalt. Wertheimer, Koffka y Kohler son considerados como los tres representantes de la llamada psicóloga de la forma o Gestalt. Esta psicología apareció como una reacción frente a la psicóloga atomista y asociacionista creada por los algunos de los primeros psicólogos experimentales (pp. 33) en Alemania habiéndose desarrollado geográficamente en Europa central en el primer tercio del siglo XX. La psicología de la Gestlat se inició como una psicología de la percepción para desarrollarse posteriormente como una psicología del pensamiento. La Gestalt asume que no es posible reducir la experiencia psicológica frente a un objeto a la suma de las experiencias psicológicas frente a cada una de sus partes; por otro lado, asume la existencia de estructuras mentales ya dadas en los sujetos y previas a los aprendizajes (DAVILA, Alex. “Espacio-tiempo físico, psicológico e histórico. de encuentro de la psicología de la Gestalt y la filosofa de la historia de Haya de la Torre”. En: Notas Marginales, # 4-5, 2001, pp. 34).
(12). “De acuerdo a Haya de la Torre, la Teoría del Espacio Tiempo Histórico es solamente el principio de la relatividad aplicado a la historia y es un desarrollo de la interpretación marxista de la historia. El aprismo creció de la filosofa marxista, de la cual aprendió el uso de la dialéctica. El principio dialéctico sostiene que las contradicciones son inherentes a todas las cosas. Si esto es verdad, entonces las contradicciones existen dentro del marxismo, las que eventualmente conducirían a su desplazamiento x una nueva filosofa de la historia. El marxismo se basa en la comprensión del mundo, derivada de los conceptos de tiempo y espacio sostenidos durante el siglo XIX. Usando de esta comprensión, Marx fue capaz de construir su teoría (KANTOR, Harry. El Movimiento Aprista. Buenos Aires: Pleamar, 1964, pp. 77)”.
(13). BOURRICAUD, Francois. Ob., cit., pp. 153.
(14). Sobre el tema del carácter latinoamericano del pensamiento político de Víctor Raúl Haya de la Torre podría ser de alguna utilidad nuestro ensayo "El Amauta Antenor Orrego Espinoza (1892-1960): ideólogo del movimiento aprista" en el portal del Taller de Estudios Sociales "Antenor Orrego" (www.tallerorrego.org) y de Vanguardia Aprista (www.vanguardiaaprista.com).

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