sábado, 30 de julio de 2011

CONSTITUCION DE 1979 - CUANDO HAYA FIRMO LA CONSTITUCION DEL SIGLO XXI

La constitución de 1979 : La primera constitución del siglo XXI (Haya de la Torre)


Fragmento del discurso de Víctor Raúl durante la instalación de la Asamblea Constituyente el 28 de julio de 1978. Sus principios y valores, siguen teniendo plena vigencia. GRACIAS PRESIDENTE OLLANTA HUMALA, por reivindicarla y colocarla en la agenda nacional. Es además, un gesto de reconocimiento al pueblo aprista leal a Haya de la Torre, su ideología, memoria y moral política.
Es penoso constatar la profunda ignorancia y apostasía derechista de algunos que se hacen llamar "apristas" y que en las redes están defendiendo la constitución de 1993, respaldando las declaraciones amenazantes de la congresista fujifascista Martha Chávez y sus argumentos contra la constitución de 1979. El fujimorismo se muestra como lo que siempre fue: autoritario y golpista.
Algunas de estas personas, viven en Estados Unidos, son los nuevos Felipillos y Malinches, caballos de troya de intereses antiperuanos, que son los nuevos tontos/as útiles del lobismo internacional y que profesan un temperamento anticholo, anti hispano y anti indomericano. Son colonizados mentales que se averguenzan del color de su piel o del lugar donde nacieron. No aprendieron nunca nada del Aprismo histórico.
La constitución de 1979 ha recuperado su legitimidad este 28 de julio pasado. Ahora le toca al pueblo aprista impulsar su definitiva reinstalación, para lo cual, es necesario tender puentes con el nacionalismo, la alianza ganaperú, y los movimientos regionales. Es la hora de nuevos liderazgos que asuman ese rol de concertación política popular.
El Presidente Ollanta Humala y los Vice Presidentes han hecho aprismo histórico. Esa es la verdad, duela a quien le duela.
Alan García perdió una gran oportunidad política.Nunca le interesó restituir la Constitución de 1979, pese a que las correlaciones de fuerza parlamentarias lo permitían. Mulder y del Castillo se encargaron de bloquear en el congreso cualquier acuerdo con el nacionalismo. Los demás congresistas apristas se refugiaron "en la disciplina" para cobardemente, evitar oponerse a los designios del gran titiritero. Por eso el "voto de castigo" del pueblo aprista, de desconocer la representatividad de los que se presentaron a la reelección, salvo los casos particulares que hicieron campaña millonaria. Pero no hay nada de dignidad, en tener solo cuatro congresistas.
Y para aquellos que dicen que la izquierda no votó a favor de la constitución de 1979, recordarles, que la izquierda si votó por LA INSISTENCIA, del texto constitucional, cuando la junta militar vetó las disposiciones transitorias y generales, priorizando la voluntad popular por encima de la voluntad autoritaria militar, y declinando sus reservas ideológicas. Por eso se decimos que la Constitución de 1979, a diferencia de la constitución de 1993 representa el último pacto social de la nación peruana.

“ Cuando Haya Firmó la Constitución ” (*)


Luis Alberto Sánchez amaneció preocupado esa mañana de un día de abril de 1979. Le incaba terriblemente la tragedia que compartía con otros dirigentes sobre la salud de Haya de la Torre. Rosa, su entrañable compañera, sentada a su lado seguía comentando en baja voz la enfermedad de Víctor Raúl.
Sánchez, apesadumbrado, poco a poco comienza su rutina de todos los días. En silencio está leyendo los periódicos y de pronto toma una rápida decisión. Debía ir a ver esa tarde a Víctor Raúl en su lecho de enfermo.
Los viejos barrotes de la vetusta puerta se abren lentamente para dar paso al vehículo de Luis Alberto que raudamente ingresa y allí el viejo guardián Valeriano saluda con un ademán la llegada del maestro. “Tony” y “Pinta” no ocultan su alegría al verlo llegar meneando la cola y con sus acostumbrados ladridos van abriendo paso a la comitiva que en ese momento llegaba con Luis Alberto.
Un saludo afectuoso de los viejos hermanos y compañeros se prolonga por un lapso bastante largo. La mano enflaquecida de Víctor Raúl sorprendió bastante a Sánchez con un largo apretón. Ambos se miran con los ojos tristes como nunca antes había sucedido.
Callan un instante y Haya le pregunta: “¿Cómo anda el proyecto de la Constitución”?. Avanza bien le responde Sánchez. “” Yo se que tú lo harás. Tú eres perseverante” le dice Víctor Raúl.
Sumido en la más absoluta perplejidad, Sánchez avanza apesadumbrado por el pasillo principal de la casa. El sabe que ya la enfermedad de Haya es irreversible. Debía cargar, desde ese momento, con toda la responsabilidad.
El día que “el viejo” –como cariñosamente lo llamaba- comenzó a faltar a las sesiones del Congreso, empezó a sentir la grave responsabilidad que sobre él recaía, por presidir las sesiones de los constituyentes.
El 10 de marzo en el campo aéreo Jorge Chávez, la noche que Haya partía a Houston, Sánchez prendido de una inocultable tristeza que desdibujaba su rostro, apretó fuertemente la mano de Haya de la Torre y abrazándole le manifestó: “Tengo la certeza que tendré la Constitución ter de Julio de minada y que la firmarás tu mismo”. Haya le contesta: “Lo se Luis Alberto, lo sé”.
Un 18 de junio de 1979, vuelto ya Víctor Raúl de Houston, y al cumplirse una año de la elección de los constituyentes, Sánchez vuelve a Villa Mercedes.
A lo largo de la ruta lo asalta un presentimiento; y al llegar nuevamente se retuvieron la mano largamente. Sánchez le dijo: “La Constitución está virtualmente terminada falta sólo retoques y las disposiciones transitorias”.
Haya le contesta lentamente: “Te lo agradezco, gracias, hay que hacerles trabajar”. Al salir de la residencia de Haya, Sánchez lo hacía con una preocupación que laceraba terriblemente su cuerpo: Estaba seguro que Víctor Raúl no podría firmar la Constitución.
Se quedó observando por un momento los movimientos de la hora golpeaba por el dolor Villa Mercedes; y moviendo la cabeza penosamente prosigue su andar hasta llegar a la portezuela de su vehículo.
Se para por un momento y agarrándose fuertemente de la puerta musita casi para adentro: “¡Dios mío, tiene que firmarla, tiene que firmarla!”.
Muy temprano, al día siguiente, los médicos que atienden a Víctor Raúl ingresan al recinto del Congreso. Sánchez con el rostro que denota su angustia, apresurado, les consulta sí es que realmente Haya estaba en condiciones de firmar la Constitución. Los médicos que conocía la tenacidad del Presidente de la Constituyente, no escamotean su respuesta y responden afirmativamente: Haya de la Torre si podría firmar la Constitución.
Una sonrisa de felicidad ilumina el rostro del ex rector de San Marcos e inhalando con más fuerza su pipa va dando bocanazos y el humo ensortijando va epilogando esta reunión vital.
Sánchez en su calidad de presidente interino, cita a los miembros de la mesa directiva a una reunión, para comunicarles que Haya sí podía firmar la Constitución. Alayza Grundy, manifestó que la firma debía ser un acto público, en el que hubiera testigos Sánchez inmediatamente respondió que consultaría a los médicos de cabecera de Haya de la Torre.
Un 12 de julio de 179 la cuidad amanecía trémula y envuelta con una neblina que a veces hacía difícil el camino. La Asamblea Constituyente debía ese día promulgar la Constitución de la República. Sánchez dispuso todo lo necesario para que ese día Haya de la Torre firmase la Constitución que regiría los destinos del Perú. En ese mismo momento se encontraba en Vitarte junto a Haya de la Torre, Andrés Townsend, Luis Negreiros Criado y Jorge Idiáquez.
Algo imprevisto había sucedido y rápidamente con la serenidad del caso, Jorge Idiáquez toma el teléfono y llama a una persona que presto la comunica con el doctor Luis Bedoya Reyes. Luego de estas secretas conversaciones Jorge le pide a Townsend que tome su vehículo para ir al Congreso de la República. Acompañado del oficial mayor y llevando el texto de la Constitución en sus originales, enrumban nuevamente por la carretera central.
Luis Negreiros Criado se pasea fumando nerviosamente por el pasillo que conecta el dormitorio con la sala. Mira acongojado el rostro de Jorge Idiáquez que en todo este tiempo apenas duerme. El no se imaginaba que iba uno de los pocos testigos del momento histórico, es decir, cuando Haya de la Torre firmase la Constitución.
El oficial Mayor Luis Chacón con los originales en la mano y caminando lentamente, vestido con un terno oscuro, ingresa a la casa de Haya de la Torre. A su lado está Andrés Townsend, Luis Negreiros y Jorge Idiáquez. Afuera se escuchaba el tronar de la fanfarria aprista que había llegado de Chiclayo.
Haya de la Torre mientras tanto está sentado en unos almohadones que se habían colocado para facilitar en movimiento de sus brazos desde su lecho de enfermo.
Jorge Idiáquez, su fiel compañero, ingresa al lecho donde haya esperaba y le indica que ya el Oficial Mayor ha llegado. De un velador antiguo toma un lapicero y pone en las manos de Haya de la Torre.
El Oficial Mayor del Congreso Luis Chacón, Jorge Idiáquez, Luis Negreiros y Andrés Townsend, observan el momento histórico. Con un rasgo firme, pero lentamente; Víctor Raúl traza su firma y al concluir dice: “YAA ESTA”. Era las tres de la tarde del 12 de julio de 1979.
"Por el retorno de la Constitución de Haya de la Torre"
HAYA DE LA TORRE, fue el gran propulsor del sueño integracionista de Bolivar, asumió la Presidencia de la Asamblea Constituyente, con optimismo, decisión y con el juramento de no renunciar a la voluntad de su pueblo, de verlo en democracia.
LA ULTIMA FOTO: Mientras libraba tenaz lucha con al muerte, Víctor Raúl se didicó sin tregua, a culminar su lucha vitálica: dar al Perú su cause de progreso por los que habrían de descurrir, con democracia, sus futuras generaciones. "Como Bolívar, nací desnudo y moriré desnudo". El gran aporte de Haya para la democracia fue: LA CONSTITUCION DE 1979.

(*) RODEANDO A HAYA DE LA TORRE EN SU LECHO DE ENFERMO, APARECEN ARMANDO VILLANUEVA, ANDRES TOWNSEND, CARLOS MANUEL COX, RAMIRO PRIALE, FERNANDO LEON DE VIVERO, EDMUNDO HAYA DE LA TORRE Y JORGE IDIAQUEZ RIOS. FUE LA ULTIMA FOTO.

" Después de mi muerte, la victoria"
"Por la Restitución de la Constitución de 1979."

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