Hay que limpiar los pañuelos : Carta a los luchadores y los organismos de DD.HH.
La actual crisis que atraviesa Madres de Plaza de Mayo por las denuncias sobre Schoklender golpea sobre todo el movimiento de Derechos Humanos. El triste espectáculo de enriquecimiento ilícito, acusaciones de lavado de dinero, bienes, mansiones y vida de lujo de quienes trabajaban estrechamente con Hebe de Bonafini y Madres de Plaza de Mayo ha manchado los gloriosos pañuelos blancos, símbolos de la lucha contra la última dictadura militar.
Fraternalmente
PSTU Partido Socialista de los Trabajadores Unificado
El resultado de 8 años de política de Néstor y Cristina en derechos humanos
Toda la maquinaria propagandística del gobierno está hoy volcada a demostrar que los Schoklender son los únicos culpables de los fraudes cometidos con esos fondos millonarios. Que los Schoklender, con sus ostentosos yates, Ferrari y aviones, son los únicos culpables de robarle el sueño del techo propio a miles de familias humildes. Pero ningún robo, ninguna maniobra ilegal, ninguna estafa de los Schoklender hubiese sido posible si Hebe y su rama de las Madres no hubiesen apoyado al gobierno, si no hubiesen bendecido al kirchnerismo, si no hubiesen creado la Fundación y si no hubiesen aceptado el manejo discrecional de fondos públicos.
Los Schoklender, en todo el sentido de la palabra, no fueron más que testaferros corruptos de una política de apoyo a un gobierno que favorece a los grandes empresarios y las multinacionales.
Pero fue la política de los K la que ha dejado una enorme mancha en la bandera de los “derechos humanos” y lamentablemente, fueron Hebe y su rama de las Madres quienes contribuyeron a mancharla, al renunciar a la independencia política frente al gobierno y aceptar que los “negocios” capitalistas se convirtieran en el centro de su Fundación.
Esta crisis de Madres está profundamente vinculada a su adhesión al gobierno y la política de los Kirchner y el PJ. Independientemente de cual sea la opinión de cada sector acerca de porque se produce esta crisis, es la más grave en el movimiento de los derechos humanos, desde que recuperamos las libertades democráticas con el fin de la dictadura. Pero el movimiento de los derechos humanos no se agota en Hebe de Bonafini y la conducción de Madres que ella encabeza. Existen dirigentes, organizaciones y personalidades de intachable trayectoria en el terreno de la lucha por dd.hh y se hace imprescindible que logremos en torno a estar organizaciones y dirigentes unificar el movimiento de derechos humanos en nuestro país, y refundarlo con base a la independencia política de cualquier gobierno de turno.
Así podremos continuar la lucha contra los responsables del genocidio, por la justicia en el caso Julio López, contra los procesamientos de los luchadores, el gatillo fácil y otras causas que hacen a la defensa de las libertades democráticas. Tampoco podemos aceptar la política del gobierno de poner la investigación del caso Schoklender en manos del Juez Oyarbide, quien estuvo profundamente vinculado al menemismo. Esa investigación no va a cumplir el rol de echar luz sobre la cuestión, sino que por el contrario va a trabajar para ocultar la responsabilidad del gobierno. Se hace necesario establecer una investigación independiente, con la intervención de todas las organizaciones de dd.hh y sociales, incluso aquellas organizaciones populares que hayan sido asesorados o administrados por Schoklender y la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
Para ello, proponemos la constitución de un Tribunal Etico, o Comité Moral, constituido con los compañeros, personalidades y dirigentes de intachable trayectoria, que pongan a disposición de dicho Tribunal o Comité toda la documentación necesaria o libros y declaración de bienes que garantice limpiar de manchas y librar de toda duda a las organizaciones de dd.hh y sociales, independientemente de su posición política o de sus propuestas respecto de las cuestiones referentes a los derechos humanos.
Un organismo que pueda dictaminar en forma independiente y poner la documentación a la luz pública para librar de toda duda a dirigentes y organizaciones, sería un extraordinario ejemplo que nos permitiría refundar el movimiento por derechos humanos, y limpiarlo de toda mancha que pueda pender sobre las organizaciones e instituciones que hace años vienen defendiendo las libertades democráticas. Esto no es sólo una necesidad del movimiento, sino de los trabajadores y el pueblo en nuestro país. Enviamos esta carta y las propuestas, con el objetivo de lograrlo.
Así podremos continuar la lucha contra los responsables del genocidio, por la justicia en el caso Julio López, contra los procesamientos de los luchadores, el gatillo fácil y otras causas que hacen a la defensa de las libertades democráticas. Tampoco podemos aceptar la política del gobierno de poner la investigación del caso Schoklender en manos del Juez Oyarbide, quien estuvo profundamente vinculado al menemismo. Esa investigación no va a cumplir el rol de echar luz sobre la cuestión, sino que por el contrario va a trabajar para ocultar la responsabilidad del gobierno. Se hace necesario establecer una investigación independiente, con la intervención de todas las organizaciones de dd.hh y sociales, incluso aquellas organizaciones populares que hayan sido asesorados o administrados por Schoklender y la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
Para ello, proponemos la constitución de un Tribunal Etico, o Comité Moral, constituido con los compañeros, personalidades y dirigentes de intachable trayectoria, que pongan a disposición de dicho Tribunal o Comité toda la documentación necesaria o libros y declaración de bienes que garantice limpiar de manchas y librar de toda duda a las organizaciones de dd.hh y sociales, independientemente de su posición política o de sus propuestas respecto de las cuestiones referentes a los derechos humanos.
Un organismo que pueda dictaminar en forma independiente y poner la documentación a la luz pública para librar de toda duda a dirigentes y organizaciones, sería un extraordinario ejemplo que nos permitiría refundar el movimiento por derechos humanos, y limpiarlo de toda mancha que pueda pender sobre las organizaciones e instituciones que hace años vienen defendiendo las libertades democráticas. Esto no es sólo una necesidad del movimiento, sino de los trabajadores y el pueblo en nuestro país. Enviamos esta carta y las propuestas, con el objetivo de lograrlo.
Fraternalmente
PSTU Partido Socialista de los Trabajadores Unificado
El movimiento por los derechos humanos necesita reorganizarse con una nueva dirección
El golpe es duro, porque el ataque involucra a una de las máximas abanderadas del movimiento, Hebe y su rama de las Madres. Ellas ya no pueden encabezarnos, la falta es demasiado grave, el desprestigio es demasiado profundo.
Pero no estamos derrotados ni sin alternativas. Porque desde el comienzo hubo quienes rechazamos el apoyo al gobierno, denunciamos que bajo Néstor y Cristina la inmensa mayora de los genocidas seguían en la impunidad y el aparato represivo seguía funcionando, advertimos la trampa que encerraba la maniobra kirchnerista, alertamos contra el poder corruptor de los subsidios.
Existe Memoria, Verdad y Justicia, el movimiento que cobija a decenas de organizaciones, que mantuvo a rajatabla su independencia del gobierno. Expresada en la lucha por Julio López, por Mariano Ferreyra, por incontables casos. Expresada en los actos independientes del 24 de marzo, contra todas las maniobras del gobierno por erradicarnos de la Plaza de Mayo. También están las Madres Línea Fundadora, Adolfo Pérez Esquivel y su Movimiento Ecuménico Paz y Justicia que son ajenos a lo que hicieron Hebe y su rama de las Madres con la Fundación. Todas estas fuerzas y otras más se han pronunciado en repudio a este escándalo y por la continuidad de la lucha.
Entre todos necesitamos converger en la reorganización del movimiento. Haciendo un llamado público común a continuar hasta el final la lucha por el juicio y castigo a todos los genocidas de ayer y los represores de hoy y por el desmantelamiento del aparato represivo. Con total independencia del gobierno y el estado.
Solo así podremos contrarrestar la campaña de la derecha y la desmoralización. Solo así podremos convencer a los millones que hoy se sienten desilusionados, de la necesidad de continuar hasta el final la lucha por el juicio y castigo a todos los genocidas de ayer y los represores de hoy, contra la judicialización de la protesta popular, por la libertad de los presos políticos y sociales y por el desmantelamiento del aparato represivo.
La política K destruyó a las Madres
El golpe es duro, porque el ataque involucra a una de las máximas abanderadas del movimiento, Hebe y su rama de las Madres. Ellas ya no pueden encabezarnos, la falta es demasiado grave, el desprestigio es demasiado profundo.
Pero no estamos derrotados ni sin alternativas. Porque desde el comienzo hubo quienes rechazamos el apoyo al gobierno, denunciamos que bajo Néstor y Cristina la inmensa mayora de los genocidas seguían en la impunidad y el aparato represivo seguía funcionando, advertimos la trampa que encerraba la maniobra kirchnerista, alertamos contra el poder corruptor de los subsidios.
Existe Memoria, Verdad y Justicia, el movimiento que cobija a decenas de organizaciones, que mantuvo a rajatabla su independencia del gobierno. Expresada en la lucha por Julio López, por Mariano Ferreyra, por incontables casos. Expresada en los actos independientes del 24 de marzo, contra todas las maniobras del gobierno por erradicarnos de la Plaza de Mayo. También están las Madres Línea Fundadora, Adolfo Pérez Esquivel y su Movimiento Ecuménico Paz y Justicia que son ajenos a lo que hicieron Hebe y su rama de las Madres con la Fundación. Todas estas fuerzas y otras más se han pronunciado en repudio a este escándalo y por la continuidad de la lucha.
Entre todos necesitamos converger en la reorganización del movimiento. Haciendo un llamado público común a continuar hasta el final la lucha por el juicio y castigo a todos los genocidas de ayer y los represores de hoy y por el desmantelamiento del aparato represivo. Con total independencia del gobierno y el estado.
Solo así podremos contrarrestar la campaña de la derecha y la desmoralización. Solo así podremos convencer a los millones que hoy se sienten desilusionados, de la necesidad de continuar hasta el final la lucha por el juicio y castigo a todos los genocidas de ayer y los represores de hoy, contra la judicialización de la protesta popular, por la libertad de los presos políticos y sociales y por el desmantelamiento del aparato represivo.
La política K destruyó a las Madres
El resultado de 8 años de política de Néstor y Cristina en derechos humanos
Muchos compañeros se preguntan: ¿Hebe de Bonafini no sabía lo que pasaba con Schoklender? ¿No sabía de los yates, los aviones, la mansión y la Ferrari? ¿Por qué una organización de dd.hh se dedicaba a construir viviendas? ¿Cristina tampoco sabía lo que estaba pasando?. La actual crisis de Madres de Plaza de Mayo se explica por los 8 años de política para los derechos humanos que comenzó al llegar al poder los Kirchner, declarándose hijos de Hebe y de las Madres. Levantaron las banderas de los derechos humanos, impulsaron la derogación de las leyes de impunidad, los indultos y juicios a algunas represores, junto con la búsqueda de los nietos. Nombraron como ministra de Defensa y luego de Seguridad a Nilda Garré, una ex guerrillera montonera. Y Hebe y su rama de las Madres declararon que el gobierno kirchnerista era su gobierno. Que la larga marcha por el Juicio y Castigo había triunfado en el terreno político y que ahora solo continuaría en los tribunales. Así ayudaron a los Kirchner a convencer a millones que este es el gobierno de los derechos humanos. Lamentablemente, otras organizaciones de derechos humanos, como las Abuelas de Estela Carlotto, hicieron lo mismo.
Cooptación y negocios
El apoyo político de Hebe al gobierno rompió con la histórica independencia de Madres de Plaza de Mayo que nunca habían apoyado, ni se habían subordinado a ningún gobierno. Los K tuvieron la política de bajar cuadros de dictadores, abrir Museos, llevar adelante pocos juicios a los represores más conocidos y otorgarles oficinas, cargos e importantes sueldos y subsidios millonarios a quienes apoyaran su política de derechos humanos.
Cooptación y negocios
El apoyo político de Hebe al gobierno rompió con la histórica independencia de Madres de Plaza de Mayo que nunca habían apoyado, ni se habían subordinado a ningún gobierno. Los K tuvieron la política de bajar cuadros de dictadores, abrir Museos, llevar adelante pocos juicios a los represores más conocidos y otorgarles oficinas, cargos e importantes sueldos y subsidios millonarios a quienes apoyaran su política de derechos humanos.
Bajo los gobiernos de Néstor y Cristina, continuó el lento genocidio de jóvenes con miles de casos de gatillo fácil, siguió la impunidad para millares de represores, desapareció Julio López, se procesaron y encarcelaron a miles luchadores. Mientras Hebe apoyara esta política de pisotear los derechos humanos, en nombre de la defensa de los mismos, empezó a recibir importantes subsidios multimillonarios que corrompieron la estructura de una organización que había hecho una de sus banderas el negarse a los cobros de indemnizaciones ofrecidos por el estado.Los casi 800 millones de pesos de fondos públicos para ser manejados discrecionalmente por la Fundación, sin licitaciones ni controles, para la construcción de viviendas, empujaron a una organización que debía consagrarse a la lucha en defensa de los derechos democráticos a dedicarse a montar empresas y organizar negocios del cual, la Fundación Sueños Compartidos era parte que dedicaba a gestionar.
Los Kirchner lograron así que la dirección de Madres de Plaza de Mayo trabajara impulsando el “modelo K” que incluye cooperativas con condiciones de trabajo precario, sin derecho a sindicalización ni obras sociales a miles de trabajadores, tal como hacen los intendentes del conurbano bonaerense y gobernadores que responden al PJ.
Una investigación mentirosa
Los Kirchner lograron así que la dirección de Madres de Plaza de Mayo trabajara impulsando el “modelo K” que incluye cooperativas con condiciones de trabajo precario, sin derecho a sindicalización ni obras sociales a miles de trabajadores, tal como hacen los intendentes del conurbano bonaerense y gobernadores que responden al PJ.
Una investigación mentirosa
Toda la maquinaria propagandística del gobierno está hoy volcada a demostrar que los Schoklender son los únicos culpables de los fraudes cometidos con esos fondos millonarios. Que los Schoklender, con sus ostentosos yates, Ferrari y aviones, son los únicos culpables de robarle el sueño del techo propio a miles de familias humildes. Pero ningún robo, ninguna maniobra ilegal, ninguna estafa de los Schoklender hubiese sido posible si Hebe y su rama de las Madres no hubiesen apoyado al gobierno, si no hubiesen bendecido al kirchnerismo, si no hubiesen creado la Fundación y si no hubiesen aceptado el manejo discrecional de fondos públicos.
Los Schoklender, en todo el sentido de la palabra, no fueron más que testaferros corruptos de una política de apoyo a un gobierno que favorece a los grandes empresarios y las multinacionales.
Pero fue la política de los K la que ha dejado una enorme mancha en la bandera de los “derechos humanos” y lamentablemente, fueron Hebe y su rama de las Madres quienes contribuyeron a mancharla, al renunciar a la independencia política frente al gobierno y aceptar que los “negocios” capitalistas se convirtieran en el centro de su Fundación.
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