PALABRAS DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, ALAN GARCÍA, EN CEREMONIA DE INAUGURACIÓN DEL SISTEMA DE ILUMINACIÓN EN EL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO DE PACHACAMAC
Pachacamac, Lurín,
25 de Julio de 2011
Señor Ministro de Comercio Exterior y Turismo,
Señor Viceministro,
Señoras y señores,
Con enorme satisfacción este día que comenzamos en la mañana entregando la primera etapa del Museo de Arte Contemporáneo en Barranco y que culminará mañana como jornada cultural con la iluminación de la hermosa Huaca de Mateo Salado en el distrito de Pueblo Libre, en Lima, participamos en este momento en el comienzo de la habilitación para visitas nocturnas de este extraordinario Santuario y recuerdo de lo que fue la cultura Ichma y la cultura Lima con 2,000 años de antigüedad respecto del momento que vivimos.
El Templo de los Adobitos es el testimonio de la fe en Dios del pueblo del Valle de Lima y de los valles cercanos y centrales construido durante muchos años por diferentes manos y con el aporte de adobe similares desde diferentes lugares traídos, fue el comienzo de la superposición de influencia que después tuvo este Santuario.
Pero, la importancia de este Santuario, como se ha mencionado tuvo influencias Wari y Tiahuanaco posteriormente hasta 1470 en que Túpac Yupanqui lanzó la construcción de lo que llamamos Templo del Sol, 1,400 años después de haberse comenzado a construir el Templo de los Adobitos, la importancia de este Santuario es que era un Dios viviente, no solo un ícono o un ídolo sino un Dios hablador, un Dios que daba respuesta a las interrogantes diversas que se le planteaban.
Aquí Túpac Yupanqui en homenaje a la importancia de este centro ritual ceremonial y religioso del territorio peruano que así lo era, durante 2,000 años, aquí Túpac Yupanqui, hijo de Pachacútec ayunó 40 días para tener el derecho de entrar a este Santuario.
Desde aquí llevó hasta el Cusco a uno de los hijos de Pachacamac, pues bien se conoce que Wiracocha nació de la mimetización andina de Pachacamac, Señor de la Tierra y originalmente Señor de los Temblores que cada cierto tiempo sacuden a Lima.
Los cronistas españoles como Pedro Pizarro y Francisco de Jerez mencionan que después de su captura en Cajamarca solicitó, Atahualpa, que el jefe de la mezquita, como decían los españoles ser ésta, fuera hasta Cajamarca y al verlo lo ató personalmente culpándolo de no haberle anoticiado de su derrota ante los españoles y de su captura.
Lo cierto es que este fue un centro de enorme influencia religiosa y política lo que comprueba la fuerza del Valle de Lima y de Lurín en la historia del Perú cual vengo de demostrar con el hallazgo bajo Palacio de Gobierno y el Salón Dorado de uno de los templetes existentes antes de la presencia española y antes de la presencia incaica.
La importancia de este centro ceremonial es que nos habla de un país muchas veces desconocido que es el país preincaico y de los lazos e influencias que se tejían a lo largo del territorio de entonces hilvanando, a pesar de su diversidad y enfrentamiento, las diferentes culturas.
La influencia de Pachacamac trascendía ciertamente al Valle de Lima y se extendía hasta el Gran Chimor, tierra posterior a la tierra Mochica en el Valle de Chicama donde se encuentran versiones arcaicas del Dios Pachacamac, el oráculo de todo el territorio; y mucho más allá su influencia directa llegaba hasta los Chinchas y a toda la parte central de la sierra sur, y lo que es más importante es que el Dios Pachacamac sigue viviendo entre nosotros por su característica de Dios hablante, de Dios vivo que trascendió la conquista española.
Aquí en enero de 1533 una cabalgata de 20 jinetes que hizo noche en Armatambo, centro poblado bajo el Morro Solar, llegó y encontró no en el gran Templo Inca sino en el Templo Pintado bajo una gruta, lo que se llama el ídolo Pachacamac, un tronco con una estructura bifronte, con dos rostros que señalaba el futuro y el pasado, Señor de la Tierra, atándolo a un caballo lo arrastraron y lo quemaron y la gran sorpresa de los sacerdotes y naturales fue que no se produjera un gran cataclismo por esta injuria.
Sin embargo, la noche anterior, como lo dicen los cronistas, cuando estaban en Armatambo y antes de entrar a Pachacamac, la tierra tembló y todos creyeron que era el anuncio de la venganza del Dios Pachacamac, pero, el Dios Pachacamac se vengó de otra manera respecto a los españoles.
Fue entonces encomendada toda la tierra del Pachacamac, Urin y Hanan, Urin, Lurín en su deformación castellana, y Hanan el Pachacamac actual fueron encomendados al señor Maldonado, conquistador español. Maldonado a su turno tenía en su casa de Lima una chacra cercana que es hoy el Templo de las Nazarenas, y allí sus indios encomendados que eran 600 los indios tributarios de Pachacamac fueron a hacer las labores domésticas en la granja del encomendero, en las afueras de la Muralla de Lima, y allí, dice la tradición, que pintaron o reprodujeron en un muro de adobe la imagen del Dios bifronte, la imagen del Dios de dos caras, Pachacamac.
Los esclavos negros reaccionaron ante eso y tal vez para servir mejor a sus amos pintaron sobre esa imagen lo que hoy conocemos como el Señor de los Milagros, Señor de la Tierra, y Señor de los Temblores, tal cual fue Pachacamac y por ende llamado el Cristo de Pachacamilla.
La mejor venganza de este Señor que nos habla hasta hora es haber subsistido más de cinco siglos y haberlo hecho dominado el espíritu de todos los limeños y de todos los peruanos, y que no suene esto a herejía, simplemente son formas distintas de entender una inteligencia superior y creadora, tal vez una más animista o panteísta, tal vez la otra más trascendental y espiritual, pero el Cristo de Pachacamilla es el continuador directo del Señor de Pachacamac, el oráculo de todo el territorio que hoy día llamamos peruano.
Comprender esto nos permite ver una historia mucho más profunda de la que nos narran nuestros textos porque permite ver una historia de mayor antigüedad cultural vinculando todo el territorio, y ciertamente la fuerza cultural, histórica religiosa, la impregnación del espíritu de una sensación importante aquí donde millones de naturales trajeron su fe y miraron desde lejos las profecías del Dios, ciertamente eso tiene también una fuerza turística.
Esta es una nuestra acrópolis, no será hecha de mármol blanco, no tendrá la belleza estilizada que todavía guardan sus columnas y sus capiteles, pero la acrópolis de Lima tan antigua como la otra es ésta, y hacer que el visitante nacional que desconoce esta larga historia y el visitante extranjero vengan aquí es un camino nuevo de turismo y de turismo cultural explicativo y formativo.
Por eso, habilitar el camino nocturno de Pachacamac es un extraordinario paso que da nuestro Ministerio de Turismo y también un impulso renovado en el derecho de los peruanos a la cultura.
Pachacamac era entonces al mismo tiempo el templo de los gallinazos de Lima, y los gallinazos que hoy día despreciamos eran aves sagradas, cernícalos, aves de rapiña o aves de rastrojo que estaban aquí y eran cuidados y albergados en Pachacamac.
Por una curiosa coincidencia el punto que mayor concentración de gallinazos tiene es el Palacio de Gobierno. Simplemente se ha trasladado la protección y la existencia de esas aves que hoy día todos desprecian, pero el que estudio algo son aves se alguna manera sagradas desde hace miles de años en Lima.
Yo las miro así, el caminante poco informado las mirará de otra manera, pero ciertamente es como para los egipcios el gato que es un animal sagrado, y la representación del Pachacamac está allí y en ellos.
Ellos eran los encargados en muchos casos de devorar los sacrificios humanos que aquí se hicieron, y resulta absolutamente sintomático que desaparecidos de aquí, no existe uno solo, estén exactamente sobre el centro de poder del Perú.
La historia y el espíritu, la cultura y los significados ocultos que no alcanzamos a comprender tienen mensajes extraños a lo largo de los siglos. Pachacamac sigue teniendo vigencia, el Señor de la Tierra sigue teniendo existencia, y no caigo por cierto en ningún animismo panteísta, pero soy cultor y curioso de este tema porque sé que se traduce en otras formas religiosas como lo he demostrado, y al igual que las formas religiosas de nuestro propio cristianismo reproducen la epopeya de Gilgamesh o las grandes epopeyas religiosas de lo que se llamó Caldeo a Siria de 3,000 años antes de Cristo, pero es una larga historia que para otra vez reservaré o tal vez por otra circunstancia administrativa.
Estoy muy satisfecho que esta noche se ilumine para el Perú y para el mundo Pachacamac como iluminó todo el territorio nacional durante largos siglos con sus profecías y con su advertencia espiritual.
Felicitaciones
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