jueves, 5 de enero de 2012

SER REALISTAS O SER APLASTADOS
 
En este texto, se dicen medias verdades para justificar el giro derechista de Alan García. Veamos:

1- El realismo en política trata de los hechos y la solución concreta de problemas, va con las decisiones. En este texto se trata de oponer el realismo al "ideologismo", a los relatos y los horizontes utópicos que fundan otras formas de hacer política. Esta es una falsa polaridad y una trampa que nos lleva a la frase favorita de todos los conservadores: No hay diferencia entre derecha e izquierda, esa es una clasificación que ya no funciona. De esta forma, no importa en realidad quien gobierna, siempre y cuando sea "realista". Es el discurso ideológico de la derecha mediática en el Perú y en todo el continente, pasando por la amazonía. 

El problema es que "la política" que funda la democracia y la justicia social, es la política no del "realismo" sino de la "utopía". Por ello, algunos filósofos hablaban del "realismo cavernícola" en tono irónico. Y que decir del enorme "realismo" de la conquista y colonización, y del gran "realismo" de la reducción de la población indígena andina de 16 millones a menos de dos millones, o del exterminio de la población indígena caribeña y su reemplazo "realista" por esclavos africanos. Viva el realismo, decían los teólogos de Valladolid que negaban la humanidad de los indios, a quienes consideraban como parientes cercanos a los monos. Si no son humanos, no son hijos de Dios y "realistamente" deben ser evangelizados de forma subordinada y despojados de sus tierras. "Realistamente" comienza la acumulación originaria pre capitalista en América Latina. 

(Ojo los datos no son de Galeano o Chomsky o algún "maximalista", sino de un estudio recientemente publicado sobre "la polémica de Valladolid" entre teológos cristianos. Podríamos decir que la "derecha" negaba que los indígenas eran hijos de Dios y la "izquierda" afirmaba su humanización, por lo tanto nuestros debates contemporáneos no son nuevos)

2- En nuestra modernidad elitista y fragmentada, el "realismo" en política es la traición. Hasta hay un libro de unos franceses titulado "Elogio de la traición", especie de opúsculo donde palabras más, palabras menos, se dice que en el largo plazo los costos de no tomar una decisión "traidora" (por ejemplo el giro de Felipe Gonzales respecto a la OTAN) son negativos, por tanto - y los hechos supuestamente lo demostrarían- es preferible asumir los costos de una decisión "realista" (la traición) en el presente, y no ser consecuentes con una proposición planteada cuando se estaba en la oposición.

¿Maquiavelismo científico o pura sinverguencería de políticos alquilados?

Si en esta modernidad que nos acosa comenzamos a decirle negro al blanco y blanco al negro,  si a la derecha la llamamos izquierda y a la izquierda la llamamos derecha, si el cielo es el infierno y el infierno es el cielo, y si lo hacemos citando el "realismo", el "espacio-tiempo-(a)histórico", no nos llame la atención que Alan García declare muy orondo que en el mundo ya no se pasa "tanta hambre" y que hace  veinte años, se comía peor..!!! Claro basta verlo para confirmar su tesis.

Lo cierto, es que estamos ante una falsa polaridad, solo azuzada por intelectuales Walmart que nunca han leído a Platón, a San Agustín, a Tomás Moro...que solo han leído el análisis mala leche que un asustado, "realista" y avinagrado Popper realizó de los autores "historicistas", cuando los totalitarismos parecían dominar un trozo de la historia. 

La modernidad ha dado saltos enormes y espectaculares gracias a los grandes horizontes utópicos del discurso y la teoría crítica. Y los  líderes políticos más exitosos, son los que sin renunciar a la ideología (nacionalismo, socialismo, liberalismo social, antimperialismo, globalización incluyente) desarrollaron una política "realista", que es distinto a decir que "el realismo" es lo que asegura el éxito, y lo demás es agua de borrajas. 

Se puede ser realista" sin necesidad de traicionar a nadie en el marco de un gobierno de izquierda  o guiado por los valores del progreso social. El neoliberalismo no cree en eso, pero incurren en pensamiento utópico onanístico cuando nos escriben impunemente que la única realidad es el "Dios mercado". 

Lula y Evo, están en este marco sudamericano...¿A quienes  o que han traicionado?...

La oposición a Itaipú en su época no solo era por razones ambientalistas, sino por la consolidación de la hegemonía militar con la alianza Stroessner/dictadura Brasileña. Y la clase política brasileña es muy celosa con respecto a la Amazonía, la cual aparece en documentos de la derecha radical norteamericana como una selva que debería ser tutelada por la ONU. El nacionalismo de los Brasileños pasa por la defensa de su amazonía. 

Lula en todo caso, siendo ya candidato  en el 2003, tenía un programa moderado. No era el Lula de 1989. Y su política social fue ejemplar, lo mismo que la proyección regional y global del Brasil bajo su mandato. Lula no aisló a Venezuela Chavista, por lo contrario se opuso a la "guerra fría" andina que la retórica de Alan García trató de impulsar a partir del 2006.

Por supuesto siempre hubo un sector de la izquierda brasileña que le hizo oposición al considerar que no estaba solucionando los problemas  estructurales (lo cual por otro lado, es parcialmente cierto).

Evo Morales tomó dos decisiones que lo confrontaron con su base social. La carretera aludida y el gasolinazo. PERO SE RECTIFICO, ¿donde está la traición? ¿que líder latinoamericano ha dado marcha atrás cuando se ha equivocado con decisiones polémicas? Evo lo hizo. 

Lula y Evo han sido "realistas" en el marco de sus valores de progreso social y multiculturalismo. Es una malcriades ponerlos de ejemplo de "realismo conservador".

Donde se tiene razón es con el caso de Felipe Gonzales, el gran lobista de los bancos españoles en Latinoamerica. Pero ahora que se cumplieron 30 años del intento de golpe de estado en España encabezada por el Teniente General Antonio Tejero, aparecieron varios libros y ensayos. Ese intento fallido de golpe es lo que realmente provoca que España entre en la OTAN (además de la chequera de los fondos estructurales para las autonomías más pobres). A Gonzales, le tenían ya preparado el esquema de gobierno y el lo aceptó "realistamente". Luego de treinta años de la transición, y de integración en la UE y el Euro, España sigue teniendo los graves problemas de desempleo y de falta de productividad industrial que fue uno de los argumentos de Gonzales para su "giro".

Finalmente, La Federación Rusa luego que renacionalizó el gas y el petroleo logró avanzar en crecimiento económico. Y en China Popular, la base estatalizada de su economía sigue siendo importante. Deng Xiaoping decía "El socialismo chino, le entrega la riqueza del pueblo a los ricos, para que produzcan. Pero solo es un consentimiento..."

El socialismo del futuro, será libertario, democrático, sustentable, productivo y popular, a condición que la izquierda no renuncie a sus valores y que el "realismo" de los líderes abone a la identificación de la modernidad con el socialismo democrático. Ello le otorga legitimidad, vigencia y futuro al proyecto civilizatorio de la izquierda moderna que surgió con la revolución francesa. 

La superación de las etapas del capitalismo, no puede hacerse a costa de los trabajadores, los salarios, los desempleados, la naturaleza. No es una pura cuestión de evolucionismo, sino de procesos de distinto tipo y sentido, que colocan al sujeto como centro de sus impulsos y no al revés.

Ese es el realismo que saludamos, no el "realismo" de los mercados que aplastan a los ciudadanos, como se ha demostrado desde el 2008 (una vez más).

(sin ánimo de polémica)

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