MÉXICO - Emiliano Zapata: La 1ra. Revolución Comunista Campesina de la Historia (1910)
Emiliano Zapata Salazar (aproximadamente 1879-1919), el Caudillo del sur, fue uno de los líderes militares más importantes durante la Revolución Mexicana.
Emiliano Zapata Salazar, Nació en San Miguel Anenecuilco, municipio de Ayala, en el estado de Morelos el día 8 de agosto de 1879. Fue hijo de Gabriel Zapata y de Cleofas Salazar, formó parte de una típica familia campesina.
Su infancia se desarrolló a la par del latifundismo porfirista en Morelos. Realizó los primeros estudios con el profesor Emilio Vara, quién había sido un viejo soldado juarista. Pronto trabajó como labrador y arriero. En 1906 asistió a una junta de campesinos en Cuautla, para discutir la forma de defender frente a los hacendados vecinos sus tierras del pueblo. Su rebeldía lo condenó a la leva: en 1908, Zapata quedó incorporado al 9°. Regimiento de Caballería, en Cuernavaca; fue asignado como caballerango de Pablo Escandón, Jefe del Estado Mayor de Porfirio Díaz, más tarde se le asignó con el mismo puesto a Ignacio de la Torre, yerno de Díaz, quién le tomó afecto por su destreza con los caballos.
En septiembre de 1909 fue electo presidente de la junta de defensa de las tierras de Anenecuilco, donde a la par de ese momento empezó a estudiar los documentos que acreditaban los derechos de los pueblos a sus tierras y de esa manera se convirtió en dirigente agrario de Morelos, su Estado natal. Su primera aparición política ajena a su mundo campesino fue en las elecciones para gobernador de Morelos en 1909, cuando apoyó al candidato de la oposición, Patricio Leyva, en contra del de los latifundistas, Pablo Escandón.
En el mes de mayo de 1910 recuperó por la fuerza las tierras de Villa de Ayala, que eran protegidas por el el jefe de policía José A. Vivanco y que dejó en posesión de los campesinos del lugar, con este hecho tuvo que escapar varias veces del gobierno pues fue declarado bandolero. Después de haber recuperado las tierras las dejó en posesión de todos los campesinos de aquel lugar. Algunos meses después participó en la reunión que se celebró en ese mismo lugar, es decir en Villa de Ayala para discutir lo que después sería el Plan de Ayala.
Revolución Maderista y Plan de Ayala
A finales de ese mismo año, Pablo Torres Burgos fue enviado a Estados Unidos por Emiliano Zapata para que se pudiera entrevistar con Francisco I. Madero. El resultado de esta entrevista fue la decisión de tomar las armas por Emiliano Zapata y otros 72 campesinos y con Juan Moreno, Rafael Moreno, Maurilio Mejia y José Vergara. Esto lo hicieron el día 10 de marzo de 1911, cuando proclamaron el Plan de San Luis, donde con la bandera de la recuperación de tierras a los campesinos logró mantener su lucha. Después de eso se dirigió hacia el sur pues ya era perseguido por Aureliano Blanquet y su batallón de soldados. En este período del movimiento Zapatista, sobresalen las batallas de Chinameca, Jojutla, Jonacatepec, Tlayecac y Tlaquiltenango así como la muerte del zapatista, que incluso precedió al mismo Emiliano, y antiguo líder del movimiento suriano, Pablo Torres Burgos. A la muerte del mismo, Emiliano Zapata es elegido según junta revolucionaria del sur en 1911 como nuevo jefe revolucionario-maderista del sur. Las reivindicaciones zapatistas, que suponían una reforma agraria radical (la tierra es de quien la trabaja) fueron inaceptables para los sucesores de Porfirio Díaz, se puede decir lo mismo de Francisco León de la Barra, quién haciendo uso de su facultad de presidente encabezó diversos enfrentamientos políticos y armados con el jefe suriano; e incluso del mismo Francisco I. Madero.
Zapata se negó a desarmar a sus tropas, según lo acordado por los Tratados de Ciudad Juárez, sin que antes se realizara el reparto de las haciendas del estado. Esto dio lugar a que Francisco León de la Barra, presidente interino, lo considerara bandido y rebelde, mandando fuerzas a perseguirlo. Mil hombres bajo el mando de los generales Victoriano Huerta y Aureliano Blanquet fueron enviados a combatirlo. Para agosto del citado año de 1911, Francisco I. Madero quedó de entrevistarse con Emiliano Zapata en Yautepec para buscar una solución pacífica en el conflicto suriano, con el fin de convencerlo de que licenciara sus tropas, al tiempo que Zapata era fuertemente criticado por la prensa conservadora del país. En la reunión no se logró ningún acuerdo, dicho por Madero pues el mismo estaba convencido de que no podía acordar el previo reparto agrario. El gobierno federal reiteró su decisión de imponer el orden por la violencia y Zapata se desplegó con sus tropas a los límites entre Guerrero y Puebla, escondiéndose del gobierno y generando emboscadas a pequeños contingentes federales, cabe destacar que durante ese lapso, Zapata se casó formalmente con Josefa Espejo (su unica mujer legitima, ya que durante la Revolución tuvo infinidad de mujeres, su secretario particular comenta que tuvo alrededor de 22 o quizas mas), de hecho, el padrino de la boda fue el propio Francisco I. Madero.
El 25 de noviembre de 1911 lanzó el Plan de Ayala redactado por Otilio E. Montaño, documento que se convertiría en su estandarte y en el fiel ejemplo de la ideología de los campesinos morelenses. En él se exigía la redención de la raza indígena y la repartición de los latifundios otorgados durante el Porfiriato; se desconocía a Francisco I. Madero como presidente y se reconocía a Pascual Orozco como Jefe legítimo de la Revolución Mexicana; además postulaba que en vista de que no se había cumplido lo que se le había prometido al campesinado la lucha armada era el único medio para obtener justicia.
Durante 1912, Emiliano Zapata combatió al Ejército Federal, que al mando de los Generales Arnoldo Casso López, Juvencio Robles y Felipe Ángeles buscaban la pacificación en los estados del sur. Los zapatistas buscaron defenderse y lo hicieron brutalmente en versión del ejército federal: en las narraciones de los ataques zapatistas son comunes las referencias a asaltos, incendios, violaciones, etcétera, lo cierto es que dichas narraciones eran alteradas para justificar los desastres cometidos por los miembros del Ejército Fedral. En ese año sobresalen los ataques a Tepalcingo, Yautepec, Cuautla y Cuernavaca., aunque debe afirmarse que en ese entonces el movimiento zapatista era muy débil tanto en el ámbito político como en la rama militar, sobre todo cuando la campaña del gobierno maderista contra los sublevados surianos quedó a cargo del General Felipe Ángeles, pues por sus métodos civilizados y tolerantes le restaban bases al zapatismo, pues Ángeles simpatizaba con ellos.
Muerte de Zapata
La guerra por parte del gobierno tomó perfiles despiadados. El gonzalista Jesús Guajardo le hizo creer a Zapata que estaba descontento con Carranza y que estaría dispuesto a unirse a él. Zapata le pidió pruebas y Guajardo se las dio. Acordaron reunirse en la Hacienda de Chinameca, Morelos, el 10 de abril de 1919, pero Zapata murió presa de una emboscada. No pocos condenaron el procedimiento, además, esto dio lugar a que, una vez muerto, Zapata se convirtiera en el Apóstol de la Revolución y símbolo de los campesinos desposeidos. El movimiento continuó, aunque en franco declive, y los zapatistas acordaron nombrar a Gilbardo Magaña Cerda como Jefe del Ejército Libertador del Sur, quién sería el último. Casi un año después los compañeros de Zapata se integraron al gobierno aguaprietista, y uno a uno murieron asesinados por el mismo gobierno cuando trabajaban para la misma institución. Los seguidores de Emiliano Zapata reciben el nombre genérico de zapatistas, aunque es muy importante hacer la distinción entre los zapatistas de tiempos de la revolución mexicana y los actuales zapatistas del sur de México.
Es exacta esta versión. Emiliano Zapata no fue comunista, ni siquiera fue marxista, formaba parte de la pequeña burguesía agraria de Morelos que durante varios años trataron infructuosamente de recuperar las tierras egidales (comunales) ocupadas ilegalmente por haciendas y latifundios. Zapata y Villa fueron los líderes populares y sociales de la revolución, se unieron a Madero para derrocar al dictador Porfirio Diaz y luego plantearon el reparto agrario, a lo cual se negaron Madero, Carranza y el grupo de Sonora de la revolución.
El Zapatismo representa la corriente agrarista de la revolución (reparto de la tierra). Y el ideologo principal fue Luis Cabrera que en la constituyente de Queretaro, redactó el famoso artículo 27 - que tantas esperanzas despertó en Haya de la Torre-.
Luis Cabrera luego sería un disidente de la revolución. La referencia al "comunismo" está más bien en la corriente interpretativa de la historia social, de llamar "comunismo" a toda forma de colectivismo. De considerar la propiedad comunal como algo más natural que la propiedad privada.
Zapata y el zapatismo constituyen un poderoso mito político movilizador del campesinado y los indígenas de América Latina.
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