martes, 1 de mayo de 2012



Torre Tagle: ¿Hasta cuándo convivencia con inmoralidad y corrupción?

por embajador Eduardo Carrillo Hernández
Lima, 17 de abril de 2012
Señor Ministro SDR

GINO GIORFFINO CUNIBERTTI

Presidente de la Asociación de Funcionarios del Servicio Diplomático del Perú (AFSDP)
Jirón Antonio Miroquesada 191 Oficina 301-302
Lima 1
Estimado señor Presidente:
Acuso recibo notarialmente de su oficio Asoc. Nº 015-12 de fecha 29 de marzo de 2012, recepcionado varios días después, con el que se da respuesta a mi Carta Notarial de 20 de marzo de 2012.
Aprecio que haya tenido la capacidad y la entereza moral de dar contestación por escrito a mi citada comunicación y no como en el caso de mi anterior Carta Notarial de fecha 24 de mayo de 2011, en que su antecesor prefirió llamar a mi teléfono celular para explicarme el por qué no podía difundirla entre los asociados.
Lo que si lamento de veras es que tanto el Embajador SDR José Antonio Meyer Espinosa, como usted y su Junta Directiva, no comprendan o no quieran entender lo siguiente:
PRIMERO:Que las Presidencias y sus Directivas de la AFSDP no pueden arbitrariamente arrogarse la facultad de autorizar o no la divulgación de las opiniones emitidas por sus asociados, las cuales son de interés para todos. Este equivocado proceder atenta contra el derecho estatutario que tenemos los asociados de poder expresar libremente nuestras ideas y denuncias. Y más comprometedor todavía, cuando éstas se refieren a la correcta marcha de la Institución que nos alberga a todos. Usted comprenderá, que un grupo de funcionarios diplomáticos, entre los cuales evidentemente hay quienes tienen intereses personales, no puede bloquear de esta forma información y comentarios, que repito, son de pleno interés para la mayoría. Más aún, cuando son conocedores que mis comentarios se ajustan estrictamente a la verdad de los hechos. ¿O alguno de ustedes pone en duda mis afirmaciones? Si fuera así, pido hacerme conocer quiénes son esos funcionarios diplomáticos y sus argumentos en contrario. Lo que no se debe, ni puede hacerse de ningún modo, es rehuir a la verdad. No olvidemos ese sabio dicho anónimo, que la verdad y la justicia son dos hermanas.
SEGUNDO:Que insisto en rechazar por no ajustarse a la verdad, lo que ustedes sostienen sobre el tenor de mi CARTA NOTARIAL cursada a la AFSDP de su Presidencia, en el sentido que consideran que la misma vulnera el deber que tenemos los asociados de “Velar por el prestigio, dignidad y respeto de la profesión diplomática”. Ante dicha afirmación, debo aclararles, que velar por el prestigio de una profesión, lo cual lo reconozco como un deber, es precisamente todo lo contrario. Es no callar ni pretender ocultar las irregularidades cometidas por algunos miembros de la Institución, sobre todo, cuando ellas perjudican no sólo a una persona o a dos, sino a las generaciones jóvenes en su mayoría. Yo me pregunto y le pregunto a ustedes, ¿Hasta cuándo vamos a seguir conviviendo con la inmoralidad y la corrupción?. De veras que me preocupa por los jóvenes diplomáticos que ven comprometidos el futuro de su carrera. Qué lástima que cuando vemos a nuestro Presidente de la República que públicamente demanda mayor severidad para erradicar al flagelo de la corrupción, que azota inclemente a nuestro país, haya Asociaciones como la nuestra, que con gran miopía, no sintonicen en la misma onda. Y más grave todavía, cuando repito, no se tienen argumentos para desautorizar mis aseveraciones y denuncias porque éstas se ajustan estrictamente a la verdad y puedo fundamentarlas con los documentos pertinentes. Por ello indicaba en mis misivas, que retaba públicamente a quienes pretendieran desmentir mis citadas afirmaciones.
Me preocupa el precedente que continuamos sentando y que sólo demuestra que no hemos aprendido la lección después que el corrupto Fujimontesinismo pasara por Torre Tagle durante casi once años, dejando una huella imborrable de inmoralidad, infraternidad, traición a la Patria y demás calamidades. No olvidemos que todavía estamos a tiempo de devolverle a nuestra Cancillería el prestigio que siempre ostentó. Tenemos muchos colegas que han sido un verdadero ejemplo, tanto en su vida personal como profesional. Y en honor a la verdad actitudes como las de ustedes, no ayudan en nada para esta campaña de moralización que nos corresponde impostergable e ineludiblemente asumir. Tenemos que entender que respecto a las metas trazadas para un Perú mejor, a nosotros como miembros de una Institución emblemática de la República, como es el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, nos alcanza una gran responsabilidad en la implementación de las mismas.
TERCERO: Les dejo a ustedes la carga que significa la responsabilidad de no llamar oportunamente a las cosas por su nombre y no dejar que los asociados puedan por su propio criterio evaluar lo que afirmo en mis Cartas Notariales. En todo caso estoy convencido que he cumplido con la responsabilidad que me corresponde como ciudadano peruano y miembro, ahora retirado, del emblemático Servicio Diplomático de la República.
Atentamente
EDUARDO CARLOS CARRILLO HERNÁNDEZ
Embajador ® SDR
DNI Nº 07761114

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