Tiene que haber una expresión política clara respecto a sector popular, que a veces se manifiesta en las calles.
En entrevista con LA PRIMERA, la congresista Verónika Mendoza, quien renunció a Gana Perú, reconoció la necesidad de que los parlamentarios de izquierda articulen su propia bancada legislativa, al no descartar esa posibilidad. Mendoza consideró importante proveer de una expresión política nueva y clara al sector popular que pase por recuperar las banderas de la izquierda. Asimismo, advirtió que se está cerrando la posibilidad de llegar a la Gran Transformación mediante un proceso gradual y persistente, como lo ha señalado LA PRIMERA dama.
—¿Ha sido duro para usted reconocer que de la promesa de Ollanta Humala de “realizar cambios profundos” se haya pasado a un gobierno que continúa el modelo neoliberal?
—Entiendo, en primera instancia en que no es posible cambiar un modelo económico tan profundamente anclado de un momento a otro, y sé que debe ser parte de la implementación progresiva de una serie de políticas que vayan en el sentido de una mayor democratización, de la promoción de otros sectores ajenos a la actividad extractiva.
—¿Es que el modelo neoliberal es un dogma sagrado en el Perú?
—Lo que me ha preocupado mucho es que el debate sobre la viabilidad de este modelo ha sido prácticamente censurado. Se está imponiendo la idea que, a mi juicio, es ideologizada también, de que el único modelo de desarrollo viable es el neoliberal y que el único potencial productivo del país es el minero. Y yo creo que no, porque el Perú es un país megabiodiverso, cuya potencialidad debemos aprovecharla, con miras a lograr otro modelo de desarrollo, sostenible, sustentable y más democrático.
—¿Hasta qué punto es todavía posible la Gran Transformación con o sin Ollanta Humala?
—Creo que sí es posible. Pero en un horizonte de largo plazo y eso es lo que nos está faltando. Tengo la impresión de que este gobierno va a seguir en piloto automático con el que nos han dejado enganchado los regímenes anteriores; y el debate sobre la Gran Transformación se está cerrando, y grandes temas como, por ejemplo, el reordenamiento territorial han sido dejados de lado, para pasar a la política de otorgar concesiones indiscriminadas, sin garantizar las respectivas licencias sociales.
—¿Es una farsa la Hoja de Ruta que anunció Humala en la segunda vuelta electoral?
—No era una farsa, sino el resultado de poner énfasis en determinados puntos para ganar a un electorado más amplio. Pero que tampoco significaba negar el Programa de la Gran Transformación. Sí me preocupa es que nos estemos alejando cada vez más de esos compromisos optando por la continuidad del modelo neoliberal.
—¿Cuál es esa nueva “expresión política” que usted requiere para los millones de peruanos que votaron contra el neoliberalismo y el Fujimorismo?
—Tiene que haber una expresión política clara referente al sector popular que a veces se manifiesta en las calles, pero también de las organizaciones, movimientos, etc; desde la representación política para expresar esta voluntad de cambio que cuestiona este modelo de desarrollo vigente e ineficiente, por otro más democrático y participativo en la que haya una diversificación de la economía y un desarrollo de mercados locales.
—¿Esta nueva “expresión política” significa la confluencia unitaria de partidos de izquierda?
—No necesariamente pasa por un nuevo partido o algo por el estilo. Pero sí, por lo menos, en una nueva articulación de los sectores populares, las organizaciones sociales y los movimientos que están haciendo eco de esta agenda y expresarla de manera más articulada y de largo aliento, más allá de las demandas locales que puedan existir.
—¿Tendrá durabilidad este régimen minero-militar que prioriza la criminalización de los conflictos sociales -como usted lo señala en su carta de renuncia-?
—Yo espero que no dure. Porque el gobierno tiene que asumir su rol de garante de los derechos de todos los peruanos, particularmente de los más desprotegidos y de las poblaciones más vulnerables; y no seguir constituyéndose, como lo hacen ahora, en voceros del gran sector empresarial y, específicamente, de las grandes compañías mineras. Esa es la impresión que da el discurso del gobierno.
—El vocero de la bancada nacionalista, Fredy Otárola, asegura que usted cayó en supuestas “posiciones extremistas”. ¿Cuál es su respuesta?
—Bueno, no es así. Yo solo voy a recordarle a mi colega que lo único que he hecho es reivindicar las banderas originarias del nacionalismo y de la Gran Transformación que no las considero extremistas. Si él viene a considerarlas hoy así son puntos de vistas distintos.
POR EL MOMENTO
Formar una bancada no es su preocupación
—¿Formaría una bancada de izquierda usted, junto a los congresistas Diez Canseco, Mavila, Rimarachín y otros?
—Por el momento esa no es mi principal preocupación. Lo creo más importante proveer de una expresión política nueva y clara al sector popular que pase por recuperar las banderas de la izquierda.
—Pero ustedes necesitan de una expresión propia en el Parlamento…
—Sí, sí claro. Pero se verá en su momento si esto termina constituyéndose en una bancada legislativa o no. Pero lo fundamental es que las preocupaciones por la continuidad del modelo neoliberal y por la lógica represiva, que está comenzando a instaurarse, sea claramente expresada en el Congreso.
—¿Qué opina sobre lo señalado por LA PRIMERA Dama, al conocer su renuncia, en el sentido que “la esencia” de los cambios prometidos al país “no ha cambiado” y que “la transformación será gradual y persistente”, así como que “el diálogo es el mejor y más seguro camino, con voluntad de ambas partes”?
—Si bien concuerdo con LA PRIMERA Dama en que la Gran Transformación es un horizonte que implica un proceso gradual y persistente, tienen que darse señales de que se está yendo hacia dicho horizonte. Y, lamentablemente, siento que esa posibilidad se está cerrando, porque ya ni siquiera se admite en el ámbito del discurso. Porque se descalifica y se impone la idea de que el único modelo de desarrollo posible es el neoliberal.
RESPONDE
—¿Considera usted una amenaza la insinuación de transfuguismo contra usted y los congresistas Diez Canseco y Mavila y de tratar su caso ante la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales?
—De lo último que me podría sentir, es de ser tránsfuga, sino todo lo contrario. He sido consecuente con mis principios y con los compromisos que asumí al ser elegida por la región del Cusco.
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