http://youtu.be/74_XS2sQfPg

El nuevo Alan gurú económico?

Alan García no tiene cura para el ego colosal y de pronto se anuncia como un gurú económico, un maestro de la predicción que solo evidencia sus debilidades en la pose de intelectual que no es lo suyo.

Tampoco tiene cura sus excesos. Como ya es costumbre, García llegó en su lujoso BMW de 160 mil dólares al local de la librería Crisol del Centro Comercial Jockey Plaza para promocionar –por enésima vez– su libro “Contra el temor económico” y estampar su firma, mismo actor de Chollywood, a quienes se lo pidiesen.

Su ingreso estaba programado para las 6:30 de la tarde pero el ahora gurú económico retrasó su entrada porque, según trascendió, no había la cantidad de público que esperaba.

Su discurso inicial de ocho cansados minutos fue para vanagloriarse y de engordar más a su ya voluminoso ego colosal.

“Anuncié en octubre del año pasado que la economía mundial crecería fuertemente en el año 2011, y aunque solo ha crecido 3%, no fue el retroceso que anunciaban los malos economistas y analistas del mundo”, dijo en un primer momento.

Luego arremetió contra aquellas personas que criticaron su obra. “Esto es lo que dije hace casi seis meses y, publicando este libro, puedo demostrar que no nos equivocamos, y que quienes iniciaron la lectura con temor y criticando mi excesivo optimismo pueden ver que hoy día el mundo continuó creciendo y crecerá más”, expresó.

Finalmente, el ahora intelectual se atrevió a dar un pronóstico que más sonó a una afirmación. “A partir del segundo semestre del año 2013, el crecimiento mundial entrará a un nuevo ciclo extraordinario de velocidad y de crecimiento productivo. Por consiguiente, el que invierta en el Perú hoy, ganará muchísimo más que el que invierta en los próximos años”, profetizó.

Al término de su discurso, García le firmó los libros a no más de 30 personas que decidieron asistir a su presentación. Algunos se demoraron en reconocerlo y otros le pasaron la franela. Entre estos últimos estuvo el alanista Javier Barreda, connotado alumno de la pobreza intelectual.

Después, García salió de la librería y se paró junto a la supuesta torre de libros más grande hecha en el Perú. Eso decía la nota de prensa de la librería Crisol, de propiedad de dos de sus exministros. Sin embargo, la pila con las obras de Alan García no llegaba ni a los tres metros de altura. Eso, al parecer, le molestó y solo permaneció en ese lugar un par de minutos.

Cuando uno de los periodistas le lanzó una pregunta, García dijo que no iba a hablar porque “estaba ronco”. Ganas de aparecer en los medios de comunicación no le faltaron, pero sabía lo que algunos hombres de prensa le iban a preguntar. Entonces García ordenó su retirada, aceleró el paso y se fue como vino, en su lujoso BMW de 160 mil dólares. Seguramente su destino era la suntuosa propiedad que tiene en Las Casuarinas, que renta en 4,500 dólares